Contactos en la cárcel
El argelino Rabia Gaya colaboraba habitualmente con Fernando Huarte en tareas de seguridad en los mítines que los dirigentes socialistas celebraban en Gijón.
Huarte presidía en Asturias una organización de apoyo al pueblo palestino a través de la cual conoció a algunos presos islamistas, entre ellos el terrorista de origen argelino Abdelkrim Bensmail, condenado por pertenencia a banda armada (GIA) y amigo de Allekema Lamari, uno de los jefes que organizaron y perpetraron el atentado del 11-M en Madrid.
Huarte conversó con Bensmail en la cárcel de Villabona en al menos tres ocasiones. La última, siete meses después del atentado del 11-M y sólo unos días antes de que Bensmail fuera detenido por su posible pertenencia a un grupo terrorista que planificó desde dentro de la cárcel un atentado contra la Audiencia Nacional.
En la investigación del atentado del 11-M que se sigue en el Congreso de los Diputados, los dirigentes del PP quieren saber el grado de conocimiento que Huarte tenía de los pasos de los terroristas islamistas y el contenido de sus conversaciones con Bensmail en la cárcel.
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