Bono: "No cabe más autonomía de la que cabe en la Constitución"

Sólo un miembro del Gobierno acudió ayer a la conferencia del ministro de Defensa, José Bono, en un conocido hotel de Madrid. Pero no fue uno cualquiera. "Estando aquí Solbes, no me falta nada ni nadie", dijo Bono, dirigiéndose al vicepresidente económico. Ante un selecto auditorio de más de 200 personas, el ministro de Defensa defendió que "no cabe más autonomía de la que cabe en la Constitución. ¿Estará mal decirlo? Lo repito".

Bono aseguró estar "en la ortodoxia" de su partido al defender que "la igualdad de oportunidades de todos los españoles está por encima del derecho a la autonomía" y que las personas valen más que los territorios.

"No podemos asistir en silencio, resignadamente, a la pretensión que algunos, pocos, tienen de cuartear la Constitución, a cuyo amparo gobiernan", afirmó. "La riqueza nacional es un todo", dijo en alusión a la pretensión de la Generalitat de Cataluña de limitar su solidaridad con otras comunidades, "y la soberanía indivisible", agregó, en referencia a la autodeterminación que reclama el plan Ibarretxe.

No obstante, cuando se le plantearon temas concretos, como con quién debe pactar el PSOE en el País Vasco, eludió pronunciarse alegando que "en ese charco" ya cayó el presidente catalán, Pasqual Maragall. Reconoció que "el cuerpo" le pedía impugnar la candidatura del Partido Comunista de las Tierras Vascas, pero agregó, parafraseando al presidente del PP, Mariano Rajoy, "que hay que gobernar con la ley y no con las vísceras".

Tampoco contestó la propuesta de ERC de crear un Consejo de Defensa en Cataluña, que discuta los asuntos relacionados con las Fuerzas Armadas, pero recordó que las competencias en materia de Defensa no son transferibles y calificó la alianza de los socialistas con los independentistas catalanes de "matrimonio con separación de bienes. No estamos en gananciales, cada uno conserva su patrimonio".

"Habría que pensárselo"

Ni siquiera se manifestó de manera rotunda en contra de la desmilitarización de la Guardia Civil, pero dejó clara su opinión al respecto. Tras recordar que el instituto armado cuenta con 2.100 puestos en toda España, frente a 150 comisarías de la policía, aseguró que es "un elemento vertebrador del territorio", así como una "reserva de seguridad y disciplina al servicio del Gobierno". Antes de desmilitarizar la Guardia Civil "habría que pensárselo", advirtió, pero "mientras tenga naturaleza militar, eso debe ser más que una palabra".

En lo que se mostró vehemente es en defender que "no hay ningún motivo para que un guardia civil gane menos que un mosso d'Esquadra o un ertzaina". Un criterio que también aplicó a los militares, tras recordar que el salario de un brigada con 21 años de servicio es inferior al de un policía autonómico recién ingresado en el cuerpo. Aseguró que esto demuestra que "el modelo no es bueno" y agregó que, ya que se prohíbe a los militares tener sindicatos, la sociedad debe asegurarles un sueldo digno.

Bono se mostró poco entusiasta de la reciente retirada de una estatua de Franco por parte del Ministerio de Fomento y de seguir su ejemplo en las instalaciones militares. "Los enemigos nunca son los muertos", afirmó, tras recordar que él actuó como abogado de presos políticos cuando el dictador vivía. "Entonces tenía más riesgo descabalgar al general que ahora", ironizó.

A preguntas de Europa Press, confirmó que el Gobierno mantiene negociaciones para incrementar la participación accionarial española en el consorcio aeronáutico europeo EADS, que actualmente es del 5,4% a través de la sociedad estatal SEPI.

Al desayuno, organizado por el Fórum Europa, acudió la cúpula militar al completo, lo que resulta obligado, y su sucesor al frente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, lo que era previsible. Pero también asistieron empresarios como Florentino Pérez; diplomáticos como el encargado de negocios de la Embajada de EE UU en Madrid, Robert Manzanares; y ex ministros como Marcelino Oreja, Eduardo Serra y Gustavo Suárez Pertierra. Cerca de Álvaro Cuesta, miembro de la Ejecutiva del PSOE, se sentó el vicepresidente tercero del Congreso por el PP, Gabriel Cisneros.