"Zapatero y Rajoy violaron la Constitución al no negociar el plan"
A sus 48 años, Juan José Ibarretxe, (Llodio, Álava) tiene una obsesión: llevar adelante su plan. Toda su campaña, hablara de deportes o de medio ambiente, ha estado centrada en un proyecto muerto jurídicamente, algo que él no acepta. Y por eso insiste en seguir adelante si las urnas se lo permiten, incluso aunque gobierne, de nuevo, en minoría.
Pregunta. En 2001 dijo que ésta sería la legislatura de la paz. ¿Siente alguna frustración, se ha equivocado en algo?
Respuesta. Hemos avanzado, estamos más cerca de ello que nunca, gracias a la iniciativa del tripartito [PNV-EA-EB], que, frente a las dos orillas del PP-PSE y Batasuna, ha puesto a este país a las puertas de un proceso negociador y de decisión que va a acabar con la violencia. Estamos orgullosos, porque hemos cumplido la palabra dada y eso es lo más importante para un vasco.
"En mi cabeza está ahora la convivencia amable. Pero la independencia de Euskadi es tan legítima como la unidad de España"
"Si no soy 'lehendakari', aceptaré la mayoría democrática que se produzca . Pero el plan ya está aprobado por el Parlamento, es un activo"
[El hecho de que hasta el último concejal de la oposición lleve escolta] "es un elemento que nos debe motivar a decir sí a la negociación"
P. La oposición resalta que todos sus cargos tienen que seguir llevando escolta y que la Ertzaintza no detiene un comando de ETA desde 2003.
R. La Ertzaintza ha sido la más eficaz contra la kale borroka y el Gobierno tiene pavor de que podamos medir su efectividad con cualquier otra policía dejándonos entrar en Schengen.
P. ¿Cómo vive usted que hasta el último concejal de la oposición en el pueblo más pequeño tenga que llevar protección?
R. Como un elemento que nos debe motivar, en lugar de decir no como se hizo en el Congreso de los Diputados, a decir sí a la negociación.
P. ¿Es ésa la única forma de evitar que los concejales lleven escolta? ¿Y las detenciones?
R. No hemos negado nunca la necesidad de medidas judiciales y policiales para combatir a las personas que cometen delitos. Pero, como dice Zapatero, el terrorismo no se combate con guerras. Ni con leyes excepcionales ni gales, sino poniendo proyectos sobre la mesa. Nada explica de manera más clara ante la sociedad la inutilidad del atentado y la extorsión.
P. En el debate en ETB le pidieron que mirara a la cámara y dijera si se consideraba el lehendakari de todas las víctimas. No respondió. ¿Quiere hacerlo ahora?
R. En el debate fui insultado, como suele ocurrir, en muchísimas ocasiones. Pero creo que el lehendakari tiene que mantener una altura, una educación, para trasladar la dignidad del pueblo vasco. Y ese planteamiento, permítame que le diga, no es una pregunta para responder desde la dignidad. Mire: nunca un lehendakari democráticamente elegido tendrá problemas no ya para mirar a una cámara, para mirarle a usted a los ojos, ¿eh? [seis segundos de mirada fija en silencio].
P. Es una pregunta que quedó en el aire el otro día, nada más. No hay ningún problema.
R. No quedó en el aire, y hoy tampoco. El pueblo vasco es y ha sido siempre un pueblo civilizado, ¿comprenden?
P. Sí, claro.
R. Pues no está claro.
P. En 2001 prometió también no usar ni directa ni indirectamente los votos de Batasuna y lo ha hecho.
R. Quienes los han usado han sido el PP y el PSOE en cien ocasiones para derrotar al Gobierno.
P. Le han hecho en plena campaña dos huelgas, una en la sanidad y otra en la justicia, y hay un grupo de profesores encerrados hace casi dos meses. ¿Qué está pasando en Euskadi?
R. Que este país va mejor, sus ciudadanos sienten que su nivel de vida aumenta, que este país funciona y funcionan también todas sus organizaciones.
P. La negociación que usted plantea abrir el día 18 si gana, ¿será para hablar de nuevo sobre su plan?
R. Le diré a Zapatero que no se puede aceptar el no del Congreso a una propuesta aprobada por el Parlamento vasco, por lo que hay que abrir un proceso de negociación.
P. ¿Cree que se puede cambiar el marco de convivencia con el 51%? La Constitución y el Estatuto de Cataluña, por ejemplo, exigen los dos tercios para reformar.
R. No se puede imponer el 51% al 49%, ni al revés. Ni se puede imponer la decisión del Parlamento vasco al Parlamento español, ni a la inversa. Por tanto, hay que negociar. Pero hay que aceptar las mayorías previstas en las reglas de juego, y el Estatuto vasco establece la mayoría absoluta.
P. ¿Considera también una regla de juego la Constitución, que sanciona en su artículo 2 que la soberanía, también para modificar un Estatuto, reside en el pueblo español?
R. La regla de juego establece que es la ratificación de la sociedad vasca la que culmina una reforma estatutaria. La regla de juego, para mí, es qué decisión toma la sociedad vasca. No dice lo que usted dice.
P. Pero tan requisito es la aprobación en el Parlamento vasco como la aprobación en el Congreso de los Diputados, ¿no?
R. No, no dice eso la regla de juego. Hemos aprobado por mayoría absoluta y debe abrirse un proceso de reforma. Rajoy y Zapatero violaron la Constitución y no abrieron el proceso de negociación.
P. ¿La votación del 1 de febrero violó la legalidad?
R. Sin duda, por Dios. El PP y el PSOE, Rajoy y Zapatero, violaron la Constitución española al no abrir una negociación de dos meses en una comisión mixta de parlamentarios vascos y de las Cortes, como dice el artículo 151.2.
P. Y Si los resultados dan paso a otro lehendakari y otro Gobierno, ¿qué hará usted el 18?
R. Aceptar la democracia. Siempre respetaré lo que diga la sociedad vasca y admito las mayorías democráticas que se produzcan.
P. Si los tres grupos del Gobierno vasco no logran la mayoría absoluta, ¿se sentirá desautorizado o insistirá en el proyecto?
R. ¿Por qué? La propuesta está aprobada en el Parlamento, es un activo. Si un día surge otra con más de 39 votos, la sustituirá, eso hay que asumirlo.
P. Si fracasa esa negociación de seis meses que plantea, ¿convocará de inmediato la consulta?
R. Se va a abrir el escenario de negociación, alcanzaremos acuerdos democráticos y los presentaremos a una consulta democrática en ausencia de violencia. Creo en todo eso a pies juntillas.
P. ¿Qué entiende, con la mayor precisión posible, por ausencia de violencia?
R. ETA fuera de nuestras vidas y no exclusiones. Que todos los partidos podamos concurrir en igualdad de condiciones.
P. ¿No cree que la mitad de la sociedad vasca se siente apartada de ese proyecto, quizá de un modo irreversible?
R. Pues no. La inmensa mayoría aprecia el esfuerzo que hemos hecho y echa en cara a las dos orillas que digan no y no presenten una sola idea.
P. Se refiere a los votantes nacionalistas.
R. No, me refiero a la sociedad vasca. Ocho de cada diez personan piensan que se debe decidir en Euskadi.
P. ¿Está dispuesto a algún cambio en la definición y atribución de la soberanía?
R. Yo estoy dispuesto a sentarme y a hablar de todos los extremos de la propuesta. Evidentemente, nosotros tenemos un activo, la mayoría absoluta del Parlamento vasco. En la otra parte no sabemos lo que hay. Quién sabe si como producto de la negociación se amplía o se reduce la soberanía. Lo importante es sentarnos a la mesa.
P. ¿Admitiría a EHAK en su Gobierno si le hace falta para sumar la mayoría absoluta?
R. ¿Al Partido Comunista? Mi fórmula es el tripartito.
P. ¿Batasuna y EHAK son lo mismo? ¿Con quién se reunirá?
R. Ha sido Batasuna quien ha dicho que se siente representada por los votos de EHAK. No compliquemos más. Es bueno que estemos todos en el Parlamento.
P. ¿Cree que puede esperar del futuro un interlocutor mejor que Zapatero?
R. Es evidente el retroceso en libertades democráticas del periodo de Aznar, pero me gustaría ahora ver más valentía política.
P. Un marco de autodeterminación y la incógnita de un horizonte de independencia quizá a dos o tres décadas, ¿seguiría produciendo el bienestar económico que usted atribuye al Estatuto?
R. El proyecto no tiene nada que ver con esa formulación.
P. Pero en sus mítines está la independencia, sus socios de EA hablan de ella... ¿usted no la tiene en su cabeza como futuro?
R. En mi cabeza está ahora la propuesta aprobada por el Parlamento vasco, la convivencia amable. Pero tan legítimo es plantear la independencia de Euskadi como la unidad de España.
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