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El rey Mohamed VI costea la circuncisión de miles de niños para celebrar la de su hijo

El príncipe Mulay Hassan hacía gala, según la agencia marroquí de prensa, de "una calma ermitaña" cuando recorría, junto a su padre, Mohamed VI, a lomo de un caballo blanco, las callejuelas de la parte antigua de Fez atiborradas de gentes que le vitoreaban. A través de ese laberinto urbano se abrían camino hacia el mausoleo de Mulay Driss Al Azhar, fundador de la monarquía, al que el rey y los cortesanos imploraron para que bendijera y protegiera al crío. Empezaban así las ceremonias previas a la circuncisión del príncipe heredero, que tuvo lugar ayer por la mañana, en el palacio real de Fez. Tras el corte del prepucio llegó la hora de rezar la oración de Al Asr y, a continuación, se formó un largo cortejo, de la puerta de Bab Nhas hasta la del palacio, para entregar ofrendas a Mulay Hassan.

Casi al mismo tiempo el palacio real costeaba la circuncisión de miles de niños marroquíes. Sólo en Casablanca se apuntaron 833 en los 28 centros abiertos en los que los cirujanos trabajaron a destajo mientras que en los pueblos fueron los barberos los que practicaron la ablación.

Si ayer la prensa marroquí dedicaba sus titulares al alegre acontecimiento, en días anteriores consagró, en cambio, generosos espacios a la primera polémica en la que se ve envuelto el palacio real. Al Jarida Al Oukhra, un semanario de reciente creación, publicó este mes un reportaje sobre la princesa Lalla Salma, la esposa de Mohamed VI y madre del príncipe, en el que contaba que le gustaba caminar descalza por palacio y que sus vestidos han sido diseñados por célebres modistas. Se vendieron 40.000 ejemplares, un récord en Marruecos.

La revista "ha ido demasiado lejos al pretender, en su portada, revelar los detalles más íntimos de la vida privada de su alteza", se quejó Abdelhak Lemrini, director del protocolo real, en una carta remitida a Alí Anuzla, director de la publicación. "Le advierto", concluía Lemrini, "que las consecuencias de su comportamiento pueden ser nefastas". Anuzla se quedó atónico porque, explicó a este periódico, "dimos de Lalla Salma una imágen positiva, la de una princesa cercana al pueblo". Lejos de achantarse, el periodista replicó a Lemrini mediante un comunicado. "Si cree que infringimos la ley que nos lleve a los tribunales sin hacer amonestaciones", recalca Anuzla.

"Aquí hay dos varas de medir", se lamenta Anuzla. "A los medios extranjeros, como Paris-Match, se les facilitan estos reportajes, y a los marroquíes, sobre todo si escribimos en árabe, se nos pone todo tipo de trabas".-

El rey Mohamed VI, con su hijo Hassan, a caballo por las calles de Fez.
El rey Mohamed VI, con su hijo Hassan, a caballo por las calles de Fez.EFE

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