La primera ministra ucrania no irá a Rusia por miedo a la justicia

La primera ministra de Ucrania, Iulia Timoshenko, aplazó ayer la visita que debía iniciar mañana a Rusia, después de que el fiscal general de este país, Dimitri Ustínov, declarara que siguen vigentes la investigación penal y la orden de búsqueda y captura contra ella. El incidente supone el primer tropiezo diplomático entre los dos países tras la normalización de sus relaciones, que se habían visto empañadas por la oposición de Moscú al equipo llegado al poder en Kiev tras las elecciones de diciembre.

Timoshenko y varios ex altos cargos del Ministerio de Defensa de Rusia fueron acusados por la fiscalía militar rusa de complicidad en el robo de más de 100 millones de dólares en los años noventa, cuando Timoshenko era responsable de un consorcio energético ucranio. En septiembre de 2004, la fiscalía rusa hizo circular en Interpol una orden de búsqueda y captura. Esta organización retiró después el nombre de Timoshenko de su lista negra y pidió a Rusia información suplementaria sobre el caso.

Timoshenko no tenía motivos para temer ser arrestada durante su visita, ya que diversos altos cargos dieron garantías de que se respetará la inmunidad diplomática y el protocolo internacional. Sin embargo, las declaraciones del fiscal, realizadas el martes, suponen una humillación para la primera ministra, que desea restablecer su buen nombre y ver sobreseídas definitivamente las acusaciones contra ella.Ustínov, que ayer fue confirmado en su cargo por cinco años más, dijo que el caso en el que está implicada Timoshenko ocasionó a Rusia un perjuicio de cerca de 100 millones de dólares.

Otras explicaciones

El ministro de Economía de Ucrania, Serguéi Terejin, manifestó que la única causa del aplazamiento de la visita de Timoshenko fueron las declaraciones de Ustínov. Pero según el ministro de Exteriores, Borís Tarasiuk, el presidente Víktor Yúshenko ha rogado a los miembros del Gobierno que se abstengan de viajar al extranjero durante la campaña de la siembra. Redactada en un estilo que recordaba los comunicados de la época soviética, una nota del Ejecutivo ucranio hacía referencia a las difíciles condiciones climáticas que rodean el periodo de la siembra y subrayaba que esta tarea, unida a los problemas en el mercado del combustible, exigen la máxima atención de sus responsables.