La Junta cierra el trazado del metro de Málaga con la disconformidad del alcalde

Las discrepancias entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga por el proyecto del metro no acaban de zanjarse por más de que ya se apuren los trámites para el inicio de las obras. La consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez, comunicó ayer al alcalde, Francisco de la Torre, el trazado definitivo de las dos primeras líneas en una larga y tensa reunión en la que éste manifestó su disconformidad con varios aspectos, especialmente el rechazo a un intercambiador bajo la Plaza de la Marina que obligaría a trasladar el lienzo de la muralla nazarí protegida. Las siete modificaciones introducidas suponen un sobrecoste de 50 millones de euros, que elevan el presupuesto total del proyecto a 403,7 millones de euros.

Gutiérrez y De la Torre ofrecieron versiones muy dispares de su reunión. Para la consejera, quien recordó una vez más que la competencia de la actuación es de la Junta, el trazado está definitivamente cerrado con las modificaciones introducidas y los trámites siguen adelante para cumplir el objetivo de que las obras se inicien en el último cuatrimestre del año.

De la Torre en cambio explicó que había habido un intercambio de opiniones y que considera que aún quedan asuntos pendientes, aunque tras relatar algunas de las pretensiones municipales reconoció: "Lo dejamos abierto, pero para la consejería creo que ha quedado menos abierto".

El principal punto de discrepancia es el rechazo a modificar el trazado y la estación de la Plaza de la Marina. El alcalde pretende construir un gran intercambiador subterráneo que incluiría el soterramiento del tráfico rodado para dejar la plaza peatonal, un aparcamiento, una planta con la terminal de los autobuses de cercanía que ahora tienen su parada junto al puerto, una estación del tren de cercanías, y la del metro. Todo ello tiene un inconveniente esencial que el mismo De la Torre admitió difícil de resolver, el traslado de la muralla nazarí que la Consejería de Cultura protegió y obligó a mantener cuando se construyó el actual aparcamiento.

La consejera entiende que no se trata de un proyecto de interés autonómico y que es un proyecto de estricta competencia municipal, porque lo que trata es de ordenar el tráfico. Consideró que el el Ayuntamiento es libre de plantearlo y ejecutarlo en el futuro, y sería posible conectar la línea del metro con la actuación. "Yo además niego la mayor, porque afecta al transporte público y no soy partidaria de medidas que traten de llevar más tráfico al centro de la ciudad", señaló, y agregó que también rechaza una estación subterránea de autobuses por los problemas de emisión de gases que ocasiona.

La consejería entiende que el intercambiador "más potente" debe estar localizado junto a la estación de Renfe para conectar con el AVE, que va a ser el principal medio de transporte de acceso a la capital en el futuro, y con la estación de autobuses, que se encuentran juntas.

Para el alcalde, en cambio, se trata de un proyecto "de interés metropolitano que beneficiará a toda la provincia" porque dijo que regulará los diferentes modos de transporte de acceso al centro de Málaga, incluido el tren de cercanía y los autobuses.

Según Concepción Gutiérrez, admitir el intercambiador supondría "dar marcha atrás y ponernos en la situación de hace tres años" porque explicó que habría que hacer un nuevo estudio informativo. Además, dudó de que Cultura y Medio Ambiente dieran su visto bueno al levantamiento y el traslado de la muralla nazarí y recordó que cuando se iniciaron los estudios para el trazado, la Consejería de Cultura "puso como condición sine qua non que no se afectara a la muralla".

Además consideró que el basto proyecto para La Marina que plantea el Ayuntamiento "aún requiere un proceso de maduración de entre cuatro y cinco años". El alcalde en cambio asegura "que es compatible con el calendario el metro" y que en un año puede estar redactado el proyecto. El consistorio cifra el coste en unos 100 millones de euros y pretende la participación en el mismo de la Junta y el Estado.

El proyecto de La Marina no es la única modificación que pretende De la Torre, quien propone un segundo intercambiador subterráneo junto a la estación de Renfe, por lo que ha pedido el desplazamiento de la estación de metro hacia. El alcalde dijo que la consejería quedó en estudiar la posibilidad, y Gutiérrez que la estación de se queda donde está prevista.

Además, el Ayuntamiento insiste en que la línea 2 de construya con tuneladoras, cuando lo previsto en el proyecto son muros pantalla.

La modificación más significativa al trazado es el soterramiento del último tramo de la línea 2 hasta el Palacio de los Deportes Martín Carpena. La consejera anunció que la superficie se aprovechará para construir una terminal de autobuses interurbanos que evite que éstos entren al centro.

También se ha modificado la ubicación de la estación de Torrijos, punto de partida de las dos líneas, que se ubicará junto a la plaza de toros para mejorar la conexión con la línea 3, que irá hasta El Palo.