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Reportaje:

Dos Américas se enfrentan por un líder

La fallida votación de la OEA pone al descubierto la división política del continente

Fallaron todos los pronósticos. La Organización de Estados Americanos (OEA) seguirá acéfala hasta el 2 de mayo, nueva fecha para la elección del secretario general tras las cinco votaciones fallidas del lunes pasado en Washington. Los Gobiernos de Chile y de México habían cantado victoria con antelación, pero la división matemática de los 34 países miembros a la hora de votar impidió la victoria de uno de los dos candidatos y dejó claras algunas cosas: políticamente, el continente está más fragmentado que nunca, la candidatura del ex presidente salvadoreño Francisco Flores era inviable y Estados Unidos ha ejercido su influencia para contrarrestar el ascenso del chileno José Miguel Insulza.

El prestigio de la OEA está bajo mínimos, al igual que su situación financiera

Son malas noticias para una organización cuyo prestigio está bajo mínimos, al igual que su situación financiera, y que lleva seis meses en situación de provisionalidad, desde la renuncia del anterior secretario general, el costarricense Miguel Ángel Rodríguez, juzgado en su país por corrupción.

Cinco votaciones consecutivas terminaron con idéntico resultado: 17 votos a favor de Insulza, de 61 años, socialista, ministro del Interior de Chile, y 17 a favor de Luis Ernesto Derbez, de 58 años, conservador, ministro de Relaciones Exteriores de México. Muchos de los presentes no daban crédito a lo que veían. Ni un solo país cambió el sentido de su voto a pesar de que una y otra vez se repetía el mismo resultado.

El canciller chileno, Ignacio Walker, que en los últimos días daba por hecho el triunfo del candidato de su país, no encontraba explicaciones a lo sucedido. El ministro se refería ayer al cambio de voto de dos naciones que habían comprometido su respaldo a Insulza, con lo que el chileno habría sido elegido secretario general de la OEA con 19 votos. No fue así, y esos dos sufragios, que aparentemente estaban amarrados, volaron hacia el candidato Derbez.

Como suele ocurrir en muchas competiciones que terminan en empate, las dos partes se sienten ganadoras. El presidente chileno, Ricardo Lagos (socialista como Insulza), ponía el énfasis en "el tremendo apoyo" obtenido por la candidatura de su ministro. "Lo que ha ocurrido en la OEA marca una nueva etapa en la organización, y eso nos satisface, porque Chile se mueve por ideas, por principios, no por intereses".

"Todo ha salido bien", decía, por su parte, el candidato mexicano Derbez, quien no ve ningún signo de división en la OEA. "No creo que haya una división", añadió. "Veo realmente una definición muy clara de que hay dos excelentes candidatos y de que ninguno de ellos pudo obtener la mayoría, lo cual demuestra que aquí no hubo alguien que perdiera, nadie que ganara, sino la OEA, que sale ganando porque se robustece la democracia interna".

Hasta el viernes, diversas fuentes diplomáticas vaticinaban que el próximo secretario general sería Insulza, que tiene el apoyo de casi todos los países de América del Sur, empezando por el gigante brasileño, y una parte de los 14 Estados del Caribe. Derbez contaba la semana pasada con los votos de México, Canadá y un grupo de naciones de Centroamérica y del Caribe, ya que otro grupo iba a votar por el salvadoreño Francisco Flores, el candidato que tenía el respaldo de Estados Unidos, el mayor contribuyente de la OEA. En la historia de la organización nunca ha sido elegido un secretario general que no tenga apoyo de Estados Unidos.

Pues bien, Flores retiró el viernes su candidatura porque, según alegó, competían dos candidatos con intereses centroamericanos. Con este paso al costado le hacía un favor al mexicano Derbez, quien en buena lógica iba a disputarle parte de sus votos. Lo más significativo de la noticia era que tiraba la toalla el candidato de Estados Unidos. No era menos cierto que el ex presidente salvadoreño tropezó desde el primer momento con la oposición de Honduras, por el conflicto fronterizo histórico, y de Venezuela, por el apoyo de Flores al golpe de Estado contra Hugo Chávez del 11 de abril de 2002.

Hay pocas dudas de que Washington contribuyó de manera decisiva a la retirada del salvadoreño y a lograr que sus votos fueran a parar a la candidatura de Derbez. ¿Cuánto pesó Estados Unidos en la elección?, le preguntaron ayer al mexicano. "Un voto", respondió. Probablemente, bastante más. Washington envió a la Asamblea Extraordinaria de la OEA a Roger Noriega, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, quien confirmó después de las cinco votaciones que Estados Unidos apoya la candidatura de Derbez.

Instante de una de las votaciones celebradas el lunes en la sede de la OEA en Washington.
Instante de una de las votaciones celebradas el lunes en la sede de la OEA en Washington.EFE

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