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COYUNTURA AGRARIA ANDALUZA

Los agricultores empiezan la corta severa o el arranque de casi tres millones de olivos helados

Una nueva plaga amenaza con ahondar la crisis en muchas comarcas olivareras

Ginés Donaire

Las heladas de los meses de febrero y marzo han dejado una estampa desoladora en los campos de olivares de las zonas de sierra de Jaén y Granada, donde algunas organizaciones agrarias hablan de una situación de "catástrofe" no conocida en los últimos 50 años. Los agricultores han iniciado en los últimos días la corta severa o el arranque de unos tres millones de olivos que resultaron completamente helados. Por si fuera poco, una plaga de barrenillo amenaza ahora a muchos olivos sanos en muchas comarcas, otro varapalo para un sector que pide ayudas urgentes para reflotar las explotaciones.

Las organizaciones agrarias han cifrado el grado de afección de las heladas en el olivar entre el 23% y el 60%, según las distintas comarcas. Existe coincidencia a la hora de hablar de una situación de extrema gravedad y excepcional, aunque el gerente de Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero, ha ido más lejos y ha definido el escenario como "catastrófico" y ha comparado sus consecuencias con las del Prestige.

La Consejería de Agricultura no ha cuantificado aún las pérdidas económicas en el sector del olivar -hasta ahora se han certificado 500,8 millones de euros en el resto de cultivos-. Podría hacerlo hoy lunes en la reunión que el consejero, Isaías Pérez Saldaña, tendrá con las principales organizaciones agrarias. No obstante, el consejero sí que ha avanzado que de las 70.000 declaraciones de pérdidas presentadas hasta ahora por los agricultores andaluces, más de la mitad de ellas corresponden a olivareros de Jaén y de Granada.

En la provincia jiennense, la más afectada, la Consejería ha certificado hasta ahora que hay 18.710 hectáreas de olivar afectadas "de forma severa", o, lo que es lo mismo, 1.800.000 olivos que necesitan de una poda exhaustiva o de su arranque. De hecho, de las casi 29.000 declaraciones de daños presentadas hasta ahora por los agricultores de Jaén -la Junta ha ampliado el plazo de reclamaciones hasta el 30 de junio- 3.503 son de afectados que piden el arranque de los olivos. Las comarcas más afectadas son la Sierra de Segura (4.200 hectáreas), Sierra Mágina (3.920), Sierra Sur (3.560) y la Campiña (2.810). Las heladas se han cebado, sobre todo, con las nuevas plantaciones y el olivar más viejo.

Sin embargo, el diagnóstico realizado por la Consejería de Agricultura dista mucho del realizado por Asaja, que ha estimado que habrá que cortar más de tres millones de olivos. Los olivareros de Campillo de Arenas, municipio limítrofe con Granada que tiene un alto grado de afección, han iniciado esta misma semana la corta masiva de miles de olivos. El gerente de Asaja en Jaén, Luis Carlos Valero, ha dibujado un panorama desalentador para muchas comarcas olivareras, puesto que, según recalca, los olivos cortados necesitarán "un plazo de ocho o diez años como mínimo" para recuperar la masa vegetal perdida. Valero estima que en Jaén podrían ser cerca de 8.000 los agricultores afectados directamente por las pérdidas originadas por las heladas.

Por si fuera poco, muchos olivos que han sobrevivido a las heladas están ahora amenazados por una plaga del barrenillo, un parásito que es capaz de reproducirse sobre árboles muy debilitados o ramas cortadas y que aprovecha la abundancia de los restos de poda para criar de forma desmesurada.

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Árboles infectados

Para combatir esta plaga los expertos aconsejan retirar las leñas de poda del campo y encerrarlas en leñeras herméticas, antes que se produzca la salida de la nueva generación del insecto. En la Sierra de Segura o de Sierra Mágina los oleicultores han acelerado las podas severas para evitar la propagación a los olivos que no están infectados. En los casos más extremos se están arrancando los plantones para posteriormente volver a reponerlos, algo que demoraría una próxima cosecha hasta al menos cinco campañas. También hay quien está cortando todas las ramas y dejando sólo el tallo para que éste vuelva a rebrotar, lo que implica un período de recuperación y obtención de fruto de entre dos y tres años. La situación podría agravarse más en los próximos meses de persistir la ausencia de precipitaciones. En muchas comarcas de Jaén el déficit hídrico es ya el 75%.

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