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Reportaje:LA POLÍTICA EN LOS JUZGADOS

La política andaluza se encanalla

Los expertos advierten de que la radicalización de los mensajes aleja a los ciudadanos de los políticos

Lourdes Lucio

La política andaluza anda escasa de ideas y cada vez más embrutecida. Los políticos se intercambian querellas como si fueran cromos, se hacen acusaciones falsas desde la tribuna del Parlamento sin prueba alguna y se trata al adversario como a un enemigo. "La situación no la veo muy estimulante", afirma con enorme distancia el catedrático de Derecho Constitucional Antonio Porras Nadales, quien achaca la agresividad y la crudeza actual a que los líderes de la oposición están ausentes del Parlamento, a que existe una "dinámica de estancamiento" y a que el Partido Popular al no tener "opción de alternativa inmediata radicaliza su discurso".

En Andalucía los políticos se dicen cosas como "todos los casos de corrupción, directa o indirectamente, por razones personales o políticas, terminan en Chaves". Lo afirmó en el diario Abc el presidente del PP, Javier Arenas, un dirigente que produce "un extraordinario desprecio como persona y como político" al secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera.

"La política no puede permitirse el lujo de vaciarse de contenido", opina una investigadora
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Ángel López es catedrático de Derecho Civil, fue presidente del Parlamento de Andalucía y uno de los portavoces más cultos e implacables que ha tenido nunca el grupo socialista. "En mis tiempos, incluso teniendo malas formas, no había encanallamiento personal. No éramos amigos, pero tampoco enemigos", asegura. López afirma que ve la situación actual "con enojo", ya que considera que los políticos de ahora "no les importa hacer daño en el terreno personal", cuando lo lógico es que la política se "desarrolle en el terreno de las ideas".Y advierte de que esta situación lo que produce es "una desafección" de los ciudadanos hacia la política.

Un ejemplo del terreno de juego que ha elegido el PP para hacer oposición lo dio ayer el secretario general de este partido, Juan Ignacio Zoido, quien aseguró que hay "extrañas coincidencias" de apellidos de personas que trabajan en la Administración andaluza con altos cargos de la Junta, una afirmación que hiló con que es necesario "construir una Andalucía sin corrupción y sin privilegios para nadie e igual para todos". Esto lo dice una persona que además de político es juez de carrera en excedencia.

López ve "absolutamente ridículo" el cruce de querellas entre los políticos, una vía "que lo que pretende es la glorificación de las palabras para que signifiquen algo que, al final, no significan nada".

Susana Corzo es profesora de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad de Granada y autora del estudio El clientelismo político. El Plan de Empleo Rural de Andalucía. "Existen estudios que demuestran que los temas más recurrentes por parte de un partido político que ejerce la oposición y opta por destruir la política, porque la vacía de contenido, son el escándalo, la corrupción, la crispación y los impuestos. Es una estrategia que se puso de moda en la década de los noventa y que algunos investigadores creímos que ya había sido desterrada por la peligrosidad que encierra", asegura.

Corzo afirma que cuando existe corrupción hay "una acción individual punible para la cual hay previsto un sistema judicial" y una vez emitida la sentencia de culpabilidad, exigir responsabilidades políticas. Y se pregunta: "¿Cuántas denuncias de corrupción y escándalos han acabado en el mismo momento de revelarlo a los medios, porque no existían pruebas que demostrasen tales acusaciones?". La profesora granadina concluye que la política "no puede permitirse el lujo de vaciarse de contenido por intereses electoralistas. La política es un seguro colectivo al que hay que cuidar porque es la garantía de la cohesión. A los políticos les corresponde velar por la política, mucho más incluso, que a los propios ciudadanos, porque para eso fueron elegidos, para gestionar conflictos y no para crearlos".

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