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INFORMES DE 2004 Y 2005 | MORTALIDAD HOSPITALARIA

Información deficiente en los historiales de los pacientes

La Comisión de Mortalidad del Severo Ochoa, formada por 14 médicos de ese hospital, concluyó en su informe sobre los fallecimientos ocurridos en el centro en 2004: "Durante este año no se han registrado alteraciones relevantes en los éxitus [muertes] de los pacientes de hospitalización, aunque en algunos casos de fallecimiento existieron circunstancias que podrían haber favorecido el éxitus pero que en sí mismas eran probablemente inevitables".

Pese a ello, el informe recoge objeciones más detalladas: "Se ha repetido la detección de varias historias en las que la información sobre el manejo y los procedimientos terapéuticos aplicados a algunos pacientes hacen difícil valorar con precisión la adecuación de los mismos". El informe detalla siete casos, todos relativos a deficiencias en la información recogida en los documentos.

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La comisión también destaca: "Sigue apreciándose que algunos pacientes fallecidos en Urgencias permanecieron demasiado tiempo en dichas dependencias [hasta seis días en algunos casos]. Dicha área no es el lugar idóneo para el fallecimiento de pacientes cuya muerte es esperable pero no inmediata".

También subraya: "Se detectan dos casos [sólo uno de ellos en Urgencias] en los que el manejo en fase final de enfermedades muy avanzadas hubiera precisado probablemente medidas más conservadoras y algún tipo de sedación para control de síntomas irreversibles".

La inspección encargada por la Consejería de Sanidad el mes pasado confirmó varias deficiencias en la cumplimentación de los documentos: la motivación de las sedaciones sólo se ajustaba a las recomendaciones del propio hospital en el 5,3% de los casos; la hoja de recogida de datos y la constatación de haber informado a los familiares no se incorporaban siempre a las historias clínicas; y posibles incumplimientos de la ley de protección de datos.

Pese a estas irregularidades administrativas, el informe de la inspección concluye que el análisis de las historias clínicas "no permite obtener evidencia suficiente, pertinente y válida, tanto para poder afirmar como descartar la existencia de mala praxis [...] toda vez que en la cumplimentación de las historias clínicas no se siguieron las recomendaciones para la sedación de pacientes en situación terminal".

Esas recomendaciones, elaboradas por los expertos del propio hospital, subrayan que "la indicación debe quedar perfectamente constatada en la historia clínica" (por ejemplo, se indica un opiáceo para tratar el dolor), y que "también se anotará en la historia clínica la información dada al paciente y/o a sus familiares sobre la situación terminal y la indicación dela sedación".

El equipo inspector no consideró oportuno proponer la adopción de medidas cautelares "adicionales al relevo temporal de sus funciones al denunciado". Añadió: "Tampoco ha recibido de los responsables del hospital [...] información alguna que hiciera preciso la adopción de tales medidas".

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