Perfiles dispares de turistas

Los empresarios que gestionan los apartamentos barceloneses autorizados por la Generalitat están convencidos de que aportan turistas de calidad a la ciudad, mientras que la mayoría de los que no están registrados albergan al perfil de turista que tanto critican los ciudadanos: el que hace ruido y ensucia.

Los turistas que contratan apartamentos a alguna de las 55 agencias legales que hay en Barcelona son, sostuvieron los empresarios, familias de cuatro personas con un poder adquisitivo medio-alto -el alojamiento cuesta 120 euros al día- que pasa una media de cuatro días en la ciudad. Proceden sobre todo del Reino Unido, Alemania, Francia e Italia, y sólo el 10% son del resto de España.

El 95% de las reservas se efectúan por Internet y casi todas desde el extranjero. El motivo de su estancia en la ciudad es mayoritariamente vacacional, a pesar de que el 20% llega por negocios.

"Son familias que buscan tranquilidad. No hay constancia de denuncias a Consumo o al Ayuntamiento por ruidos y otras molestias que hayan podido causar nuestros inquilinos", aseguró el representante de los empresarios Joaquim Mestre.

A juicio de las agencias legales, con el plan de usos de Ciutat Vella pagarán justos por pecadores. "Los otros apartamentos, los que no tienen autorización del Gobierno catalán, nos dan mala imagen", agregó Mestre.

Es imposible cifrar cuántos son ilegales, lamentaron los empresarios, pero en ellos se alojan turistas que no exigen calidad, que buscan precios bajos y que molestan a los vecinos. En muchos casos, añadieron, los gestionan operadores extranjeros que organizan fiestas y despedidas de soltero. "Son los intrusos del sector", remacharon.