La delegación de Educación apoya a la profesora agredida en Sevilla
Los estudiantes faltan a clase para denunciar la inseguridad
El delegado de Educación de Sevilla, José Jaime Mougán, manifestó ayer en un comunicado, tras reunirse con el Consejo Escolar del IES Ramón Carande, el "apoyo y la solidaridad con la profesora implicada en el incidente, quien cuenta con respaldo y asesoramiento jurídico". La reunión coincidió con el paro de los alumnos para protestar por la agresión que sufrió su profesora el 3 de febrero por los familiares de una alumna.
El delegado provincial de Educación se comprometió a "buscar una solución integradora que, sin menoscabar los derechos de nadie, permita la normalización de la vida del centro". Ni la delegación ni los profesores quisieron adelantar la solución que se va a adoptar aunque una de las que se barajan es que la alumna termine el curso en otro instituto. Los problemas en el IES Ramón de Carande, que ayer salvo el paro de los alumnos de Bachillerato seguía su curso con normalidad, comenzaron en febrero. El día 3, según docentes y estudiantes, una profesora, al observar una pelea en el patio entre dos estudiantes, retiró el pelo de la cara a una de ellas para ver quién era. Ésta, de 15 años, la acusó de tirarle del pelo. La profesora invitó a la alumna a que explicara lo ocurrido ante el jefe de estudios aunque la menor hizo caso omiso y se metió en su clase. Al día siguiente por la mañana, la alumna, de 4º de ESO, acudió con cuatro familiares al centro, entró en la sala de profesores y señaló a la profesora. Inmediatamente después, la docente fue amenazada por el grupo y recibió un tirón de pelo por parte de la abuela de la estudiante. Tras esta agresión, la dirección abrió un expediente proponiendo el cambio de centro de la alumna, que fue rechazado por la delegación por un defecto de forma. Ésto permite que la estudiante siga en el IES y sus familiares han decidido apostarse todos los días en el centro a la entrada y salida de los alumnos. Una situación que ayer se repitió, cuatro vehículos con unas 15 personas esperaban a la alumna a las tres de la tarde, y que causa perplejidad a los alumnos que señalaron que una estudiante había dejado de acudir a clase tras recibir amenazas del grupo de adultos y que sentían miedo. "Nosotros ni siquiera nos atrevemos a mirarla por lo que nos pueda pasar, aunque ni tenemos nada contra ella ni la conocemos. Lo único que queremos es que los familiares se vayan para poder concentrarnos en los estudios, que todo se arregle lo antes posible porque vemos que los profesores tienen mucha presión y nosotros tenemos la selectividad dentro de poco", concluyeron.
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