Un kurdo preside Irak por primera vez en la historia

El Parlamento de Irak eligió ayer presidente del país al kurdo Yalal Talabani, veterano líder de la oposición e incansable enemigo de Sadam Husein. El ex dictador siguió por televisión desde la cárcel la votación en la Asamblea Nacional, que dio su apoyo a Talabani por una mayoría ampliamente superior a los dos tercios necesarios. Su nombramiento fue posible gracias al acuerdo alcanzado por chiíes y kurdos -ganadores de las elecciones de enero pasado- con la minoría suní, que logró una vicepresidencia.

El nombramiento de Talabani, líder de la Unión Patriótica del Kurdistán, tuvo un alto valor simbólico. Es la primera vez que un kurdo alcanza la jefatura del Estado iraquí y que un no árabe preside un país eminentemente árabe. Nada más conocer su elección, Talabani ofreció diálogo a la insurgencia que combate a las fuerzas de EE UU. "Los iraquíes que han tomado las armas para luchar contra las fuerzas extranjeras son nuestros hermanos y podemos hablar con ellos", dijo.

El líder kurdo dejó claro que su oferta no es válida para quienes se alían con los militantes de Al Qaeda, a los que tachó de criminales. Talabani expresó su confianza en que Irak sea "un modelo de libertad, democracia y unidad nacional para liberar a los pueblos de nuestro Oriente de la tiranía y la opresión, y extender la democracia".

Talabani, de 72 años, estará acompañado por dos vicepresidentes, el suní Ghazi al Yauar, actual jefe del Estado, y el chií Adel Abdel Mahdi, ministro de Finanzas. El triunvirato deberá nombrar ahora al primer ministro, cargo que casi con toda seguridad recaerá -gracias a un pacto entre chiíes y kurdos- en Ibrahim al Yafari, líder del partido chií Al Dawa. Miles de kurdos, la comunidad que representa entre el 15% y el 20% de la población iraquí, salieron a la calle para celebrar la noticia.