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Demanda contra el Gobierno alemán por favorecer la mano de obra barata del Este

El sindicato alemán de la construcción IG-Bau ha demandado a funcionarios del Ministerio de Economía y Trabajo por favorecer la entrada en el país de trabajadores del este de Europa, que cobran salarios por debajo del mercado en el sector de la construcción.

En Alemania, las grandes empresas de la construcción despiden masivamente a sus empleados para, a continuación, pedir a las agencias de empleo contingentes de trabajadores del este de Europa que cobran menos, asegura el sindicato. Las agencias de empleo dependen del ministerio que preside Wolfgang Clement.

Los empleados polacos ofrecen sus servicios, según IG-Bau, a 7,50 euros la hora, los rumanos incluso a 4,50 euros, a pesar de que el salario mínimo establecido en Alemania es de 12,47 euros.

La demanda de IG-Bau se produce en un momento en que los líderes de la UE discuten sobre la directiva Bolkestein, una liberalización del mercado de servicios que Alemania y Francia se niegan a aceptar porque, teóricamente, permite trabajar en cualquier país de la UE con los costes de cualquier otro.

Muchos trabajadores de la construcción procedentes del este de Europa permanecen en las obras más de los seis meses estipulados en sus contratos, por lo que la denuncia interpuesta ante la fiscalía de Francfort incluye también las acusaciones de evasión fiscal y fraude a la seguridad social. El Ministerio de Economía y Trabajo declaró que, a su entender, la demanda no se sostiene. Actualmente hay 26.000 trabajadores de la construcción extranjeros en Alemania.

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