Preguntas
Mal huele el deseo del señor Ibarretxe de que las próximas elecciones sean un clamor popular, porque ello supone dar un tono de plebiscito a la simple reflexión sobre propuestas, trabajo, o eficacia de quienes pretenden representarnos. Es evidente que el 17 de abril quienes vivimos y trabajamos en Euskadi deberemos hablar de soberanía, identidad nacional, desarrollo estatutario. Deberemos evaluar si la mejor manera de hacer país es apoyar su plan y si la suya es la mejor manera de establecer una relación amable con España; y desde luego, si es la mejor forma de establecer una relación amable con los vascos que no le votan.
Pero también deberemos hacerlo de ese bosque que el eterno debate identitario viene camuflando: por qué crece la demanda de sanidad privada en detrimento de la pública, por qué es la comunidad del Estado con menor porcentaje de matriculación en la enseñanza pública, por la viabilidad de un sistema de pensiones soberano dentro de los actuales y previsibles niveles demográficos de la CAV, por qué es la comunidad con mayor grado de temporalidad en el empleo y se sigue disparando el precio de la vivienda, o a qué se debe que vayamos a más de un muerto semanal por accidente de trabajo.
Sería conveniente que nos preguntemos si la eventualidad de una mayoría absoluta, al estilo de las padecidas en los tiempos de González o Aznar, servirá para mantener o acrecentar el alto nivel de clientelismo y corruptelas de nuestras administraciones. Preguntas, por lo menos, tan importantes para los ciudadanos como la fórmula de relación de nuestra comunidad con el Estado. O así debería serlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.