300.000 inmigrantes ya han presentado su solicitud de regularización

Casi dos meses después del inicio del proceso de regularización de trabajadores extranjeros, que concluye el 7 de mayo, ya se han presentado unas 300.000 solicitudes, según avanzó ayer la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí. El defensor del pueblo, Enrique Múgica, insistió ayer a Rumí en que "admita otros documentos alternativos al padrón" como prueba de residencia en España de todos aquellos inmigrantes que quieran acogerse a dicho proceso.

La secretaria de Estado de Inmigración calificó de "muy buenas" las cifras del proceso de regularización, y destacó, después de inaugurar un seminario sobre la inmigración iberoamericana, que "cada empleo que salga de la economía sumergida es un triunfo de ese proceso y del acuerdo sindical y empresarial con la Administración".

Las 300.000 solicitudes significan, según Rumí, "que va a haber un gran número de empleos que entrarán dentro de la economía formal, y que serán personas que pagarán impuestos y cotizarán a la seguridad social".

A su juicio, el Gobierno, además de trabajar sobre la dimensión laboral de la inmigración, ha reforzado con medios y recursos los mecanismos de control y disuasión de la inmigración irregular. El año pasado, por ejemplo, se redujo en un 18% el flujo de inmigración ilegal entre España y Marruecos, según informó la secretaria de Estado.

"El proceso se está desarrollando sin incidentes" y, una vez finalice -el próximo 7 de mayo-, "el Gobierno se fijará como objetivo de primer orden alcanzar un pacto de Estado en torno a la política de inmigración", aseguró Rumí. "Se trabajará para lograr un consenso entre los diferentes grupos políticos, Administraciones y agentes sociales para reducir los riesgos que introduce la confrontación en un ámbito tan sensible", matizó.

El defensor del pueblo, Enrique Múgica, explicó ayer, a través de un comunicado, que la recomendación al Gobierno de que admita documentos alternativos al padrón para que los inmigrantes se puedan regularizar ya la había hecho el mes pasado. En aquella ocasión fue desatendida, pero ahora la vuelve a formular porque considera que el padrón "no es el instrumento de acreditación fiable que la Administración parece entender que es", y supone "un obstáculo importante para el éxito del proceso de regularización".

Al rechazar su propuesta, la Secretaría de Estado alegó que era imposible modificar el real decreto que regula el proceso antes de la fecha prevista para el final del mismo, pero Múgica pide que se pueda promulgar una norma que complete los medios de prueba admisibles para la acreditación de la residencia. Múgica asegura que, si se insiste en admitir únicamente el certificado de empadronamiento como prueba de residencia, "muchas personas quedarán fuera del proceso por un mero requisito burocrático".