Leganés homenajea al geo asesinado por los islamistas suicidas
La profanación de la tumba está sin aclarar
El Ayuntamiento de Leganés (Madrid) rindió ayer homenaje al subinspector del Grupo Especial de Operaciones (GEO) Francisco Javier Torronteras, asesinado el 3 de abril del año pasado por los siete terroristas islamistas involucrados en los atentados del 11 de marzo -y de las dos intentonas contra sendos trenes perpetradas en los días sucesivos-, que se suicidaron en un piso de la calle de Carmen Martín Gaite de dicha localidad.
El homenaje consistió fundamentalmente en una ofrenda floral frente al monolito dedicado a las víctimas de los atentados de Madrid (enfrente de la estación de Cercanías de Zarzaquemada). Posteriormente, se celebró una reunión de la junta de seguridad local, en la que se firmó un convenio de colaboración entre la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía, según informó a Europa Press el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez (PSOE).
"Nuestro homenaje más importante es seguir trabajando por la seguridad en el municipio", dijo el alcalde de la localidad. Este acto se suma al que el pasado día 11 de marzo rindió el Ayuntamiento a los cinco vecinos que fallecieron en los atentados del 11-M.
Torronteras murió en la explosión con la que se suicidaron siete de los autores materiales de los atentados contra los trenes de cercanías, una vez que se vieron totalmente rodeados por la policía. El subinspector fue alcanzado en la femoral por una esquirla de metal, posiblemente desprendida de la puerta blindada del piso de los terroristas, y falleció prácticamente en el acto.
La policía, dirigida por su entonces máximo responsable y hoy eurodiputado del PP Agustín Díaz de Mera, había llegado a los terroristas gracias a la investigación de una de las tarjetas telefónicas utilizadas en los atentados, cuyo número fue conocido gracias a que una de las tres bombas que no estalló el 11-M pudo ser desactivada.
La explosión se produjo poco después de que los terroristas llamaran a sus familias para despedirse y anunciarles que iban a suicidarse, intentando matar al mayor número posible de policías.
La tumba del geo en el cementerio sur de Madrid fue profanada el 23 de abril de 2004, sin que se haya identificado aún a los responsables. El cadáver fue sacado del ataúd y quemado. La policía atribuyó el ataque a una venganza islamista "por la muerte de los suicidas de Leganés".
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