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Bruselas rebaja al 1,6% la previsión de crecimiento para la zona euro en 2005

España aumentará su PIB un 2,7%, dos décimas menos que la estimación del Gobierno

Carlos Yárnoz

El repunte de la economía europea será más modesto que el previsto tanto este año como el que viene. Las previsiones de primavera presentadas ayer por la Comisión Europea son un jarro de agua fría para quienes hicieron sus cálculos con las estimaciones difundidas por Bruselas hace medio año. La zona euro crecerá en 2005 sólo el 1,6%, cuatro décimas menos que lo anunciado, y el porcentaje será del 2% en la UE en su conjunto (tres décimas menos). En 2006, la Unión Europea crecerá el 2,2%, una décima menos que lo calculado en otoño.

Alemania, la locomotora europea, registrará en este ejercicio el crecimiento más bajo (0,8%) de todos los países europeos, lo que constituye el dato más preocupante para toda la Unión.

El fuerte aumento del precio del petróleo (30% previsto en este año), la fortaleza del euro frente al dólar, la incapacidad para reducir las tasas de paro, la escasa confianza de los consumidores, el estancamiento industrial o la pérdida de competitividad son algunas de las razones que el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia, desgranó ayer para explicar esta decepción tras "el periodo nefasto" ya sufrido por la economía europea en la segunda mitad del año pasado.

Sólo los nuevos países de la UE incorporados al club el pasado mayo, que parten de niveles menos desarrollados, se salvan con envidiables tasas de crecimiento. Como consecuencia del reducido impulso, la creación de empleo será modesta, a un ritmo anual de entre el 0,7% y el 0,9%. Los casi tres millones de empleos que se crearán este año y en 2006 no serán suficientes para rebajar en este ejercicio la tasa de paro (hoy en el 8,8%) y sólo se reducirá tres décimas el que viene.

El porcentaje de empleo seguirá estancado alrededor del 63% pese a que la cumbre europea de hace diez días aprobó una reactivación de la llamada Agenda de Lisboa, que incluye llegar al 70% de empleo en 2010, un objetivo ya inalcanzable.

Alemania, con más de cinco millones de parados, y Francia (2,5 millones) son las pruebas de la incapacidad europea de crear empleo. Además, la productividad en Alemania aumentará este año un mínimo 0,1%, ocho décimas menos que la media europea, aunque, en el lado positivo de la balanza, Berlín sigue aumentando las exportaciones gracias a la mejora de su competitividad. El exiguo crecimiento de este año se verá duplicado en 2006 (1,6%), pero siempre muy por debajo de la media europea.

La inflación es uno de los escasos datos positivos en este panorama, porque del 2,1% registrado en 2004 bajará al 1,9% este año y al 1,5% el que viene, lo que influirá en contra de las tentaciones de subir los tipos de interés.

Pese a todo, Almunia se mostró confiado en que, incluso durante este ejercicio, se sienten las bases de una recuperación más sólida gracias al aumento de la inversión y el consumo, de forma que la eurozona recupere en 2006 su potencial de crecimiento (alrededor del 2,1%), muy por debajo del 3,6% que crecerá EE UU este año. Eso sí, insistió en que las previsiones se han realizado con un precio del petróleo estimado para este año en 50,9 dólares por barril y de unos 48 dólares para el que viene.

Lógicamente, el crecimiento europeo será aún más débil, advirtió el comisario, si el petróleo resulta ser más caro, si se producen movimientos incontrolados en el cambio euro-dólar o si la demanda se contrae.

En el caso de España, la buena noticia de la actividad económica es doble, porque el crecimiento previsto ahora para 2005 (2,7%) es una décima superior al calculado por Bruselas el pasado otoño, aunque se sitúa dos décimas por debajo de la previsión del Gobierno. Para el año próximo, el Producto Interior Bruto (PIB) español aumentará lo mismo.

Volviendo al informe de la UE, la tasa de paro, una de las más elevadas en la Unión, también descenderá ligeramente en España (al 10,4% este año y 10,3% el que viene, frente al 10,8% en 2004). La inflación española, otro de los puntos débiles en el escenario europeo, experimentará igualmente una mejora (3,1% el año pasado, 2,9% en este y 2,7% en el siguiente), mientras las finanzas públicas están saneadas y este año se registrará un déficit cero para pasar a un ligero superávit (0,1%) en 2006.

Pocas exportaciones

Sin embargo, el desequilibrio en el sector exterior arroja ya porcentajes preocupantes porque las importaciones siguen creciendo a un ritmo muy superior al de las exportaciones. Por eso, el déficit comercial pasó al 5,2% del PIB en 2003 al 6,8% el año pasado, lo que redujo el crecimiento en 1,7 puntos porcentuales, el doble que en el ejercicio anterior. Este año, ese déficit será del 7,7% y llegará al 8,3% el que viene porque no se prevé un descenso de la demanda.

[El BBVA prevé un crecimiento de la economía española del 3% en 2005 y un 2,8% en 2006. Según su informe de previsiones, la recuperación de la zona euro impulsará la inversión y las exportaciones, mientras que las favorables condiciones financieras, la mayor riqueza y renta disponible mantendrán el gasto de las familias.]

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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