Latinoamérica destaca la "influencia" del Papa en la historia contemporánea

Durante los próximos tres días la bandera argentina ondeará a media asta en todo el país, que vivirá luto oficial, según decretó el Gobierno del presidente Néstor Kirchner. Anoche, las iglesias del país se llenaron en respuesta al llamamiento del episcopado argentino de acudir a los templos "sin lágrimas y con alegría", siguiendo las últimas indicaciones del Papa. Mañana, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, celebrará una misa en la catedral en sufragio del Pontífice fallecido.

A su vez, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó siete días de luto oficial. "La muerte de Juan Pablo II entristece profundamente al pueblo brasileño, que sentía un gran afecto por el Santo Padre", señaló el mandatario en un comunicado cuyo texto añade que el Papa fue un hombre que ha "influido de forma indeleble y positiva en el curso de la historia contemporánea".

El Gobierno de México se unió al duelo mundial por Juan Pablo II, "una de las figuras más prominentes del siglo XX", de quien destacó el apoyo decidido "en favor de los pueblos indígenas, los emigrantes, los refugiados, los discapacitados, las mujeres, los niños, los ancianos y los enfermos".

El Gobierno de Fidel Castro expresó su "profundo pesar" por el fallecimiento del Papa, a quien consideró un "amigo" de Cuba y una "figura universal". En un comunicado, el canciller, Felipe Pérez Roque, anunció que su país decretará luto oficial y enviará una delegación de alto nivel a los funerales del Pontífice. Roque recordó al Papa como "alguien que se preocupó por los pobres, que combatió el neoliberalismo y que lucho por la paz", y destacó la "huella" que dejó en la isla durante el viaje que realizó en enero de 1998.