Dos candidatas para presidir Chile
Por primera vez en la historia del país, en los comicios de diciembre puede ser elegida jefa del Estado una mujer
La socialista Michelle Bachelet o la democristiana Soledad Alvear. Una de las dos quedará fuera de la carrera en las elecciones primarias que se celebrarán en Chile el próximo 31 de julio. Los militantes de cuatro partidos que gobiernan en Chile desde hace 16 años bajo el nombre de Concertación tendrán que decidirse entre una o la otra.
Y la que venza en las primarias de julio se enfrentará en diciembre al candidato conservador Joaquín Lavín, líder de Alianza por Chile. Hoy por hoy, cualquiera de ellas, según las últimas encuestas, ganaría al rival conservador.
Soledad Alvear es abogada, de 54 años, miembro de Democracia Cristiana, fue ministra de Relaciones Exteriores desde que Ricardo Lagos llegó a la presidencia en el año 2000 hasta el pasado septiembre. Una de sus bazas electorales consiste en declararse abiertamente partidaria de promover los valores familiares.
Si las elecciones se celebrasen ahora, las dos mujeres ganarían al rival de la derecha
Su rival en las elecciones primarias del próximo julio, Michelle Bachelet, de 51 años, presenta un perfil político bien distinto al de Alvear. La socialista es hija de un general de la Fuerza Aérea que prestó servicios al Gobierno de Salvador Allende (1970-1973) y fue detenido y torturado por sus antiguos camaradas, hasta que murió en prisión en 1974.
La propia Michelle Bachelet, junto a su madre, fue encarcelada durante un año por el régimen de Augusto Pinochet. Después partieron juntas hacia Australia y más tarde hacia Alemania del Este. Regresó a Chile en la década de los ochenta, ingresó en el partido socialista y estudió medicina. Es especialista en Pediatría y Salud Pública, agnóstica, separada, contraria al aborto, pero partidaria de la píldora del día siguiente. Fue ministra de Salud en el año 2000 y en 2002 se convirtió en la primera mujer en Chile a cargo del Ministerio de Defensa.
Joaquín Lavín, el candidato conservador, sigue muy de cerca la campaña para las elecciones primarias de ambas. Lavín perdió las últimas elecciones generales frente al presidente socialista Ricardo Lagos por un estrecho margen. Fue alcalde de Santiago de Chile, es economista y miembro de la organización católica Opus Dei. Su formación, Alianza por Chile, aglutina a los partidos Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN).
Si las elecciones tuviesen lugar ahora, cualquiera de las dos candidatas ganaría a Joaquín Lavín, aunque la socialista lo haría por un margen más amplio (62,7% frente al 51% la demócrata cristiana), según un sondeo de la compañía Ipsos publicado en enero. Otra encuesta de la empresa Time Research, divulgada en marzo, señala que la candidata socialista obtendría un 62% de votos frente al 24% de Alvear, en el caso de que ambas compitieran por la presidencia.
Hasta tal punto han convulsionado las dos mujeres el panorama electoral de Chile que Joaquín Lavín recurrió a las dos dirigentes más populares de su formación: la diputada Lily Pérez y la alcaldesa de Concepción, Jacqueline van Rysselberghe.
Pero la estrategia de Lavín estuvo a punto de volverse en su contra cuando la alcaldesa de Concepción, miembro del partido de Lavín, se mofó del físico de las candidatas presidenciales: "Ser inteligente no significa necesariamente ser gordita y fea. (...) Es cuestión de vernos para darse cuenta de que ni las dos juntas (con Lily Pérez) hacemos el peso de una sola de ellas". Van Rysselberghe alegó que su comentario respondió a otro del senador demócrata cristiano, Jorge Pizarro, quien había dicho que las figuras femeninas de la Alianza eran "pintositas (atractivas), pero sin ningún peso".
Las candidaturas de Bachelet y Alvear han desatado un aluvión de chistes y comentarios machistas en televisión, radio y páginas de Internet, del tipo: "¿Qué hará una presidenta si tiene que tomar una decisión importante durante sus días R?".
Virginia Guzmán, subdirectora del Centro de Estudios de la Mujer (CEM), cree que es bueno que afloren los comentarios machistas porque así la gente se dará cuenta de hasta qué punto se ve como poco natural cosas que deberían ser normales. "Y aún se volverán más duros los ataques", vaticina Guzmán. "A Bachelet van a intentar arrinconarla sacándole a colación cuestiones como el aborto, que es tema tabú en Chile, la píldora del día siguiente o el divorcio"
De momento, las rivales compiten limpiamente, sin descalificaciones ni insultos. Las relaciones entre ambas son ejemplares. "Que haya dos candidatas no es más que el resultado de un proceso que se inició cuando el presidente socialista Ricardo Lagos nombró a cinco ministras y a ocho subsecretarias", subraya la subdirectora del Centro de Estudios de la Mujer en Chile.
A pesar de todo el machismo recalcitrante, algo se está moviendo en la sociedad chilena. "No hay que olvidar", comenta Virginia Guzmán, "que la candidatura de ambas, y en concreto la de la socialista Bachelet, se inicia desde fuera del sistema. Es la gente, la fuerza de las encuestas, la que las puso donde están. Y eso ya, de momento, ha conseguido que se haga más visible a la mujer".
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