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La ministra "controla"

Óscar Sancho, vocalista del grupo Lujuria, una de las pocas bandas de heavy metal que quedan en España, desde los tiempos heroicos de Barón Rojo, Obús y Santa, llegó a la conclusión de que la ministra de Cultura, Carmen Calvo, "controla" y sabe lo que vale un peine en cuanto a música rock, pues no en vano se confiesa fan de los estadounidenses de Metallica. Calvo volvía entusiasmada de la antigua pensión donde vivió el poeta Antonio Machado, para pasar a reunirse con un grupo de representantes del arte y la cultura de esta ciudad, entre quienes se encontraban el director del Festival de Teatro Clásico de Almagro y de la Fundación don Juan de Borbón, Emilio Hernández; el vidriero Carlos Muñoz de Pablos, el escultor Moro, los pintores Ángel Cristóbal y Antonio Madrigal, el escritor y ceramista Ignacio Sanz y el director del Festival de Títeres, Julio Michel, entre otros. Degustando una copa de vino del Pago de Carraovejas, de la bodega de José María Ruiz Benito, Calvo se acercó al rockero, acompañada por el alcalde, Pedro Arahuetes, y la concejal de Cultura, Clara Luquero.

"Yo no sé cómo se saluda a una ministra", se preguntó Sancho, para añadir que sí conocía cómo se saludaba a las rockeras, a la vez que plantaba dos besos a la ministra. El encuentro entre el músico y la responsable política fue fluido, hasta el punto de que el vocalista regaló a la política dos entradas para el concierto que protagonizará su grupo, hoy, viernes, en la sala Divino Aqualung, de Madrid, que servirá para grabar su primer disco en vivo. Desde su consolidación, en 1993, Lujuria tiene trabajos grabados con títulos como Cuentos para mayores, La república popular del coito, Sin parar de pecar o Enemigos de la castidad, con giras nacionales, como Sex on tout y De cama en cama tour. Además del espíritu machadiano, al que dedicó unas letras escritas bajo un retrato del poeta realizado por Pablo Picasso, la ministra se llevó un disco de Lujuria, cuyos fondos fueron destinados para una asociación de mujeres maltratadas.-

Carmen Calvo, con las entradas que le regaló Óscar Sancho, entre Pedro Arahuetes y Emilio Hernández.
Carmen Calvo, con las entradas que le regaló Óscar Sancho, entre Pedro Arahuetes y Emilio Hernández.A. MARTÍN

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