_
_
_
_

Tres grupos editan su oferta de rock contundente

El público vasco tiene cierta fama de rockero, de tener predilección por las guitarras eléctricas enchufadas a buen volumen. Por extensión, también la tienen los músicos autóctonos, que regularmente surten el mercado de discos con características similares a las de Zuzen (Ideiak Bultzatuz), estreno de los vizcaínos Nuuk-At, en cuya base instrumental se confunden rock contundente y metal, aunque la propensión melódica de la voz femenina que entona textos en euskera termina suavizando el producto final.

El cuarteto empezó a tocar en enero de 2003 y dos de sus miembros formaron parte de Noizbait, grupo que publicó dos álbumes. Zuzen se grabó en agosto y contiene diez temas propios y una adaptación de Armiarma sarea, original de BAP, que en abril sonarán en Vitoria (La Comarca, día 8), Bilbao (Bilborock, 15) y San Sebastián (Casa del Guarda, 23).

Lotuta egon arren (Gaztelupeko Hotsak) es el primer larga duración de Kokein, quinteto de Eibar que apuesta por la intensidad al mezclar guitarras rock y melodías pop, y señala "la temática de los textos" como principal diferencia con el minicedé que le dio a conocer en 2002. "Ha variado un poco, hay temas más sociales, no tan intimistas como en el anterior, aunque tampoco hemos perdido ese punto", matiza el portavoz de la banda.

Amimishock es un cuarteto vizcaíno en activo desde 1999 que en 2001 ganó el apartado Metal de la 13ª edición del Concurso de Pop Rock Villa de Bilbao. Publicó su primer álbum, Ciclo.h, hace dos años y medio y vuelve a estar de actualidad por la edición de Sistema (Zero Records), un disco guitarrero y denso de lo que se ha dado en llamar metal contemporáneo. Sus convulsas letras en castellano hablan de dolor, odio y resistencia y algunos temas recuerdan a bandas como Sôber y Soziedad Alkoholika.

Mientras, Giltzak es el sexto disco de Skunk, presentado por el sello Gor como "producto del mestizaje cultural". Su repertorio es festivo y rico en ska dinámico, blindado con arreglos de metal y dotado, en ocasiones, con la pegada del rock. No en vano, abunda la mezcla de ska y hardcore, aunque también llegan a exhibir influencias más funk.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_