Medio ambiente y salud
Hemos atravesado el umbral del día para muchos histórico en que entraba en vigor el Protocolo de Kyoto. Todos los medios de información han dado la noticia con gran derroche de medios, en muchos casos con un carácter de excepción por todas las desgracias que nos pueden venir si las personas que hoy habitamos el planeta no cambiamos nuestros hábitos de vida. Aumento del nivel de los mares, aumento de temperatura y modificación de la flora y fauna, inundaciones, nuevas enfermedades,... son algunos de los cambios que se pueden producir y entiendo que muchos de ellos ya se están produciendo.
Y, sin embargo, todos podemos hacer algo a la hora de remediar esta situación. Administraciones, empresas, ciudadanía, etcétera, en diferentes escalas y distintas responsabilidades, pero algo tenemos que hacer.
Lo que deseo es plantear una de las situaciones que ya nos encontramos en el día a día: la relación entre la salud y el medio ambiente. En la actualidad no existen dudas de la relación entre la salud de los seres humanos y la contaminación atmosférica. Una parte importante de la población del mundo vive en áreas en las que los niveles de contaminación son de tal magnitud que exceden de los indicadores establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Más de 1.200 millones de personas pueden estar expuestas a elevados niveles de SO2, más de 1.400 millones lo están a excesivos niveles de partículas en suspensión y del orden del 20% de la población en Europa y Norteamérica estaría expuesta a niveles que sobrepasan los umbrales permitidos de NO2.
El hecho de que la OMS haya establecido niveles o parámetros de tolerancia de estos contaminantes en la atmósfera se debe sin duda a que tienen comprobadas consecuencias nocivas para la salud de las personas.
Existen una serie de enfermedades asociadas a la contaminación ambiental: problemas respiratorios, afecciones cardiovasculares, cáncer, etcétera, todas de importancia extraordinaria en la Comunidad Autónoma del País Vasco. En el planeta en general, se emiten diariamente cantidades ingentes de sustancias contaminantes, todas ellas perniciosas para la salud.
Entre el 25 y 35% de las enfermedades están ocasionadas por factores ambientales, según el director de la Fundación Ecología y Desarrollo, Víctor Viñuales. En muchos de los casos, estos contaminantes no son estáticos, es decir, no importa el lugar de su producción, ya que por el viento, la lluvia, etcétera, pueden ser transportados a zonas alejadas, contaminando el suelo, las aguas,...
La lista de sustancias contaminantes que en la actualidad son enviadas al medio ambiente es muy amplia. Algunos son el dióxido de carbono, monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles, plomo, benceno, benzopireno, amoniaco, ozono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y partículas en suspensión. Todos tienen un impacto negativo sobre el organismo humano.
¿Qué pasa a partir de aquí en la Comunidad Autónoma del País Vasco? Somos pioneros en su medición, estimación o cálculo, pero se desconoce qué incidencia tienen sobre la salud de la ciudadanía vasca.
Esta reflexión está motivada, no sólo por la entrada en vigor de Kyoto, sino por una enfermedad concreta últimamente de actualidad, la bronquiolitis, una enfermedad del aparato respiratorio que afecta a menores de dos años y en especial a los menores de seis meses. Se puede tener una bronquiolitis en cualquier época del año, aunque el periodo más frecuente es de noviembre a abril. Esta enfermedad contagiosa dura entre siete y 30 días, según la gravedad.
¿Es posible que nuestra calidad del aire, especialmente en el Bajo Ibaizabal, con ratios de Partículas en suspensión que sobrepasan los límites exigidos por la Directiva Europea durante varios días del año, pueda provocar ésta me atrevo a denominar epidemia de bronquiolitis u otras?
En el año 2003, en las 22 estaciones de medición existentes en la comunidad autónoma se superó en más de 35 ocasiones el valor promedio diario de 50 µ/Nm3 para la protección de la salud humana. En el área antes mencionada del Bajo Ibaizabal se han superado los límites en Zorrotza en 184 ocasiones, en Portugalete en 112, en Erandio en 96, en Barakaldo en 92.
Estas partículas en suspensión-PM10 son generadas mayoritariamente por la combustión de la gasolina y gasóleo de los vehículos a motor, las centrales térmicas que utilizan combustibles fósiles, así como partículas de arena que nos llegan en algunos casos desde Africa.
¿Tendrá algo que ver esto con la bronquiolitis o con otro tipo de enfermedades? Es urgente realizar en la Comunidad Autónoma del País Vasco un estudio como el que ya existe en varios países europeos donde se establezca la relación existente entre salud y medio ambiente.
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