El Tribunal de Cuentas tendrá más poder para sancionar

El Tribunal de Cuentas "podrá acordar la imposición de una multa de cuantía equivalente al doble de la aportación ilegalmente percibida, que será deducida del siguiente libramiento de la subvención anual para sus gastos de funcionamiento". Así figura en el artículo 17 de la proposición del PSOE en el Título VI referente al "Régimen sancionador". En el supuesto de que un partido político no presente, "sin causa justificada, las cuentas correspondientes al último ejercicio anual o éstas sean tan deficientes que impidan al Tribunal de Cuentas llevar a cabo su cometido fiscalizador, éste podrá acordar que no le sean libradas al infractor las subvenciones anuales para sus gastos de funcionamiento".

Precisamente, las dificultades de control de las cuentas de los partidos se producen por las donaciones privadas, ya que no hay forma de detectar si una misma persona o una empresa entrega una y otra vez dinero a un partido saltándose los límites de 60.000 euros anuales por persona y año, y que ahora subirán a 150.000. PP y CiU son las dos fuerzas políticas que, hasta ahora, se resisten a que ese sistema de donaciones sin nombres se prohíban.

En el último año fiscalizado por el Tribunal de Cuentas, 2001, el PP recibió donaciones privadas por valor de 3,2 millones de euros, de los que 2,5 fueron anónimos. El PSOE recibió en el mismo período 325.630 euros. Lo cierto es que el PSOE tiene poco que perder con esta supresión y mucho menos todavía IU-IV. También ERC propugna la supresión, al ser otra fuerza política con pocos donantes. No así CiU y PNV, que atesoran una trayectoria larga de donantes. El PNV recibió 1,4 millones de euros en el periodo analizado; CDC se alzó con 1,8 millones, y UDC, 1,6 millones de euros.

En la última legislatura, la negociación terminó, y no se reanudó, cuando el PSOE planteó la supresión de las donaciones anónimas.