Cursillo acelerado
Va a resultar necesario someter a la dirección federal del PSOE a un cursillo acelerado sobre conceptos básicos de la política andaluza como pueden ser el de la llamada deuda histórica o el de la liquidación de lo que se estaba pendiente de recibir del anterior sistema de financiación autonómica. Así, dirigentes como el secretario de Organización, José Blanco, evitarían caer en el error de confundir el supuesto déficit que en materia inversora dice tener Cataluña con el pago de los 2.500 millones de euros que se adeudaban por el anterior gobierno del PP a nuestra tierra. Nada tiene que ver una cosa con la otra y si quieren utilizar a Andalucía como cobertura para fijar una aportación extraordinaria a la comunidad catalana deben hacerlo con transparencia y rigor, y sin que los recursos que haya recibido Andalucía le cierren las puertas para corregir desequilibrios aún presentes como ocurre con la financiación autonómica o para la resolución definitiva de dicha deuda histórica.
La celebración del comité director del PSOE andaluz se presenta como otra oportunidad para que su secretario general, Manuel Chaves, fije con claridad la posición de esta formación en el debate territorial. La advertencia que hizo con motivo del 28-F en contra de que se establecieran privilegios de unas comunidades sobre otras no gustó al PSC de Maragall que, al final, no ha conseguido que Chaves se sume a sus nocivas teorías sobre el sistema de financiación que propugna para sí.
Lo dijo fuerte y claro en su momento Chaves y lo dirá de nuevo en este cónclave socialista para que tomen nota no sólo en Barcelona sino también en la sede federal del PSOE.
Se podrá insistir en este asunto con la reanudación de la actividad parlamentaria que incluye sesión de control al gobierno. En esta ocasión, la portavoz del PP, Teofila Martínez interpelará a Chaves sobre el "descontrol urbanístico" en el litoral andaluz, una pregunta que surge a raíz de la operación Ballena Blanca contra el blanqueo de dinero en la Costa del Sol. Una actuación en la que de forma tangencial ha surgido el nombre de alcalde de La Línea, el popular Juan Carlos Juárez, procedente de las filas del GIL y quién contó semanas atrás con el respaldo del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, después de que durante meses dicho edil se mantuviera desasistido de la correspondiente cobertura de la dirección de su partido en Cádiz ante las reiteradas acusaciones que recibe por su gestión urbanística.
Hace tiempo que estas sesiones de control perdieron su morbo una vez que Martínez se vio desprovista de su condición de jefa de la oposición ante la llegada de Arenas, quien, sin embargo carece de escaño en el Parlamento. En todo caso, sirven como termómetro fiel de la situación política andaluza, con un PSOE que apenas es inquietado por sus rivales. Ante esta tesitura, las preguntas a Chaves se convierten en un cómodo paseo, o, más bien, en una especie de rueda de prensa que sirve al presidente de la Junta para lucirse cuando convenga sin necesidad de un mayor esfuerzo.
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