El Gobierno desvelará lo que Huarte habló en la prisión con Bensmail

El PSOE ha pedido al Gobierno que desvele las conversaciones mantenidas en la cárcel entre el militante del PSOE Fernando Huarte y el condenado por terrorismo Abdelkrim Bensmail, para demostrar que "no tiene nada que ocultar". Así lo anunció ayer el secretario de organización, José Blanco. Éste acusó al PP de actuar como un partido antisistema, de utilizar el terrorismo y de poner en peligro la seguridad nacional

El PSOE ha decidido intentar manejar la situación creada al conocerse que un militante de ese partido, Fernando Huarte, visitó tres veces en la cárcel asturiana de Villabona a un terrorista de origen argelino, condenado por un asunto diferente al atentado del 11-M pero con lazos con uno de los cabecillas de la masacre de Madrid. Además de esas tres visitas, el PP se ha hecho eco de la presunta vinculación de Huarte con el CNI para concluir que informó al PSOE durante el 11-M de la autoría del atentado, e incluso se insinúa que Huarte podría conocer preparativos de la matanza e informar al PSOE, entonces en la oposición.

Todas estas insinuaciones han producido estupor en el PSOE, cuyo secretario de organización, José Blanco, compareció ayer para anunciar su petición al Gobierno de que facilite las grabaciones de las entrevistas mantenidas entre Huarte y el terrorista argelino. Lo cierto es que las dos primeras entrevistas se produjeron en marzo y abril de 2002, por lo que el permiso para que se produjera lo dio la administración penitenciaria dependiente del ministerio que dirigía Ángel Acebes. La norma es que las grabaciones se destruyen a los seis meses si no hay nada relevante que mueva a la investigación. Al parecer, esas dos grabaciones se han destruido. No así la tercera, que se produjo en octubre de 2004, cuando ya gobernaba el PSOE. La grabación se escuchará seguramente en la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso.

"La pasada semana dije que el anterior Gobierno conocía el alcance de la visita de Huarte a Bensmail, porque ellos gobernaban y ellos saben el contenido de la conversación". Con esta precisión Blanco trató de aclarar el alcance de sus palabras, ya que como al día siguiente el diario El Mundo publicó que Huarte era un agente del CNI, el PP atribuyó a Blanco ser el autor de la información.

"A mí lo único que me han dicho los compañeros de Asturias es que es un militante dedicado y muy solidario, pero no preguntamos por la actividad privada de los militantes", señaló. Esa respuesta será siempre la misma en el PSOE y en el Gobierno, porque se incurre en delito si se desvela la identidad de los agentes secretos.

Además, en el PSOE se recuerda que el abogado del terrorista con el que habló Huarte, llamado Vicente Ibor, es militante del PP. "Según la teoría del PP, ese letrado, como militante de ese partido, debe informarles de lo que habla con su cliente Bensmail, ya que, según su teoría, Fernando Huarte ha informado al PSOE de su actividad profesional o actividad privada". Y concluyó: "Pues no, ésa no es nuestra lógica". Nunca como ayer Blanco fue tan directo al acusar al PP de utilizar "en el gobierno y en la oposición, con pacto antiterrorista y sin pacto, el terrorismo y a las víctimas por beneficio propio". Y les tachó de partido "antisistema" y de poner en peligro "la seguridad nacional"