El PSE exige que la oposición tenga más peso en el Consorcio vizcaíno de Aguas

La polémica en el Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia, calmada con el cambio en su dirección hace casi dos años, ha resurgido otra vez. El PSE censuró ayer los criterios del PNV para conformar la Mesa de Contratación de la entidad de aguas y consideró que "el nuevo talante" anunciado por su presidente, el peneuvista Ibon Areso, "ha quedado en una mera promesa", afirmó el portavoz de los socialistas en el Consorcio, Alfonso García.

El PSE se opone a que en la Mesa de Contratación, donde se adjudican los proyectos de obras y servicios, la oposición asista de forma rotatoria frente a la presencia continua de los representantes del PNV, partido que tiene la mayoría en una entidad que maneja un presupuesto anual que supera los 100 millones de euros. García criticó que su formación cuente con la misma presencia que otros partidos con menor representación.

"Desconocemos qué es lo que pretenden ocultar impidiendo la presencia de la oposición en la Mesa de Contratación, un órgano en el que la transparencia y la claridad deber ser las máximas por las que se guíe", afirmó el portavoz socialista.

El Consorcio vizcaíno de Aguas, que se encarga del abastecimiento y saneamiento de agua de 55 municipios que suman el 90% de la población del territorio y casi la mitad de la de Euskadi, vivió su mayor crisis la pasada legislatura cuando el Tribunal de Cuentas confirmó graves irregularidades en su gestión. El cambio en la dirección ha servido para variar el sistema de representación, dando más peso a los municipios de mayor población como pedía la oposición.