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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La grandeza de la ciencia

Leo en las páginas de Ciencia y Tecnología de EL PAÍS el artículo El cerebro de las aves maravilla a los científicos, de Sandra Blakeslee.

Me dio una gran satisfacción, ya que cuando leí el artículo tuve claridad sobre muchas dudas que yo tenía sobre las aves y encontré algo que nunca hubiera podido aclarar con tanta grandeza en el comportamiento de las aves. A mis 71 años me entra una satisfacción muy grande cuando la ciencia me demuestra el comportamiento de un animal que para mí ha sido ignorado al igual que aquel científico homosexual que descubrió que hay animales gays y lesbianas. Dicho científico recorrió muchos kilómetros durante seis años para descubrir si había animales gays.

El homosexual y el heterosexual caminan por sitios distintos, pero al final es el mismo el placer. Cuando yo no podía descifrar ambos comportamientos, pongo la televisión y en un programa financiado por Iberdrola aparece el científico gay estudiando el comportamiento homosexual de los animales. Su tenacidad le dio el fruto que buscaba. El guarda de un lago le enseñó dos cisnes que vivían fuera de los demás y se pisaban uno a otro. Después encontró a dos gaviotas que incubaban juntas y le pegaban al macho. Dos chimpancés hembras boca arriba hacían el amor. Dos búfalos en la sabana vivían solos y se montaban hasta llegar a la eyaculación. Una doctora en una granja le mostró que tenía dos borregos gays y se montaban hasta la eyaculación y la doctora les echó una borrega con deseo de macho y no le hicieron caso; la doctora le sacó semen y lo inyectó a la borrega y las crías no fueron gays.

Los científicos no daban crédito a dichos estudios vistos en cinta, pero el científico homosexual vio que la naturaleza es la que produce la homosexualidad y no la degeneración humana. Fue feliz sabiendo que así los animales también lo son, sin ser degenerados sociales.

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