Un conductor que iba en sentido contrario muere al chocar contra otro turismo

Jonathan S. S., un conductor español de 26 años que circulaba por el sentido contrario en la M-40, murió en la madrugada de ayer tras chocar contra un monovolumen que rodaba por los carriles correctamente, según informó un portavoz de Emergencias Madrid. El chófer de este último turismo resultó herido grave al quedar atrapado por el amasijo de hierros en que quedó convertido el vehículo.

Los hechos ocurrieron sobre las 3.45 en el kilómetro 21 de la M-40, a la altura de Mercamadrid, en la calzada interior. El conductor, que llevaba un Opel Omega, había recorrido unos 500 metros circulando en sentido contrario, según los cálculos de la Guardia Civil de Tráfico. Supuestamente entró por el barrio de San Fermín o por el ramal de la M-30.

En ese momento, chocó frontalmente con un monovolumen Citroën C-8 en el que viajaba una familia procedente de Rentería (Bilbao), que se dirigía a Andalucía. La violencia del choque hizo que Jonathan S. S. muriera prácticamente en el acto. No llevaba puesto el cinturón de seguridad, según fuentes del instituto armado. Éstas señalaron que, en principio, el fallecido se equivocó al entrar en la autovía.

Los ocupantes del monovolumen que resultaron heridos fueron el padre y una niña de 11 años. La madre y la otra hija, de seis años, resultaron ilesas, aunque los facultativos del Samur-Protección Civil las tuvieron que atender de una crisis de ansiedad.

La pequeña de 11 años fue trasladada en una UVI móvil del Samur al hospital Niño Jesús, con pronóstico grave, ya que sufrió traumatismo vertebral sin afectación medular. Los bomberos necesitaron más de una hora para rescatar al padre, de unos 40 años, que quedó aprisionado por el motor. Ingresó en el hospital Gregorio Marañón con fractura de cadera y traumatismo torácico grave.

El conductor fallecido iba indocumentado y conducía un coche que no estaba a su nombre. Los guardias civiles de Tráfico tuvieron que ir al Instituto Anatómico Forense, donde pudieron obtener la identidad a través de sus huellas dactilares.