Los radares fijos en carretera reducen en un 62% las muertes en 24 tramos

Cae la cifra de muertos, de heridos graves, de conductores sancionados y la de velocidad. En menos de dos meses, los que van desde el 3 de diciembre al 28 de febrero, las cámaras fijas que fiscalizan el exceso de velocidad, respecto al mismo periodo del año anterior, han contribuido a reducir drásticamente las cifras de siniestralidad en los 24 tramos en los que fueron colocadas: los muertos han pasado de 8 a 3 y los heridos graves, de 33 a 8. Los 55 coches camuflados con los que patrullan los Mossos d'Esquadra dispondrán de una cámara de vídeo para filmar irregularidades.

Los radares fijos fueron colocados el pasado mes de diciembre en los 24 tramos que aparecían con mayor frecuencia en las listas de los puntos negros de la red viaria catalana. Poco más de tres meses después, la consejera de Interior, Montserrat Tura, desgranó ufana los números que acreditan el éxito de la medida. Entre el 3 de diciembre y el pasado 28 de febrero murieron tres personas, cuando en el mismo periodo del año anterior habían fallecido ocho. Es decir, una caída del 62,5%. La diferencia aumenta si se examina la cifra de heridos graves: 8 en el primer periodo comparado por 33 en el segundo. O lo que es lo mismo, una notable reducción del 73,2%, sumados los dos apartados.

Los resultados de tres meses no son suficientes para tener entidad y categoría propia, vino a reconocer ayer Tura, que teme que el paso de los meses atenúe algo la extrema bondad de las cifras. "Pero sí son datos significativos", juzgó. La caída de la mortalidad en estos tramos arrastra a la de toda la red viaria, donde en este periodo fallecieron 91 personas, 31 menos que en el anterior (un descenso global del 25%).

Hay otros números que certifican el lento paso del culto a la velocidad a la actuación con prudencia. En los 112,4 kilómetros que controlan los 24 radares, la velocidad media se ha reducido en casi 10 kilómetros por hora (de 96,5 km/h del año anterior a 86,9 km/h del presente), según indica un estudio de la Universidad de Valencia. Todos los tramos cuentan con señales que avisan a los conductores de que 500 o 1.000 metros más adelante se encontrarán con un radar que medirá su velocidad. La sola advertencia lleva a la gran mayoría a levantar el pie del acelerador.

Esa tendencia la recoge también el número de denuncias por exceso de velocidad. Entre el 3 de diciembre y el 28 de febrero últimos en los citados 24 tramos fueron multados 63.422 conductores, el 0,71% del total. El año pasado el porcentaje fue del 1,16%, es decir, las sanciones han bajado el 38,8%.

Los efectos beneficiosos de los radares fijos son indudables a juicio de Interior. "Y también nos gustaría que lo fueran para los conductores, incluso para los que reciben una foto con la parte trasera de su vehículo", aseguró la consejera.

Cámaras de vídeo

Las vigilias de cualquier operación salida son propicias para que el Departamento de Interior presente al público sus novedades. Si antes fueron los coches patrullas camuflados o los radares fijos, ayer fue el día de las cámaras de vídeo, que Tura quiere instalar en los vehículos que no llevan el logotipo de los Mossos d'Esquadra. Por ahora sólo uno cuenta con ella, pero en pocos meses la tendrán los 54 coches restantes. El artilugio agilizará las frecuentes discusiones entre conductores y agentes. Durante el periodo de pruebas, muchos conductores que negaban con vehemencia haber cometido una infracción "acababan preguntando dónde tenían que firmar después de que los agentes les enseñaran la filmación", explicó Sergi Pla, el nuevo jefe de la División de Tráfico de la policía autonómica.

A efectos jurídicos, la medida no cambiará nada: en caso de versiones contradictorias, la del agente de la autoridad prevalece sobre la del conductor. Es probable que ver la infracción filmada disuada a muchos conductores de impugnar la sanción.

La cámara está colocada en la parte delantera de los vehículos y se adapta a los cambios de luz y distancia. Aunque los mossos la conecten una vez cometida la infracción, el mecanismo de la cámara es capaz de almacenar los 20 segundos anteriores. "Queremos que los listillos sepan que hay un ojo que los está observando", resumió Pla.

El último anuncio de Tura volvió a los radares fijos. Interior los instalará en los próximos meses en 12 túneles de las carreteras catalanas, aunque no concretó en cuáles. La intención de Interior es que en un plazo de tres años, los radares controlen 125 tramos en lugar de los 24 actuales.