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Reportaje:MOTOS

Estética para seducir

Un nuevo concepto de moto para quienes buscan reunir exclusividad y deportividad

LA YAMAHA MT-01 es una moto espectacular con una estética impactante. Pero, una vez superada la sorpresa inicial, enseguida provoca una pregunta inevitable: ¿para qué sirve este cóctel entre Harley Davidson y moto deportiva? Sus creadores aseguran que es un concepto nuevo encuadrable entre las naked (motos sin carenado), y afinando más todavía, en la subcategoría de las naked streetfighter, por su diseño compacto y musculoso. Pero lo que no crea ninguna duda es su carácter minoritario y exclusivo, acentuado por el precio: 14.000 euros. Aun así, este inconveniente no impide que tras analizarla al detalle se pueda concluir que la MT-01 vale lo que cuesta.

Por tamaño, cilindrada, calidad de terminación, componentes y elaborado diseño esta nueva Yamaha se sitúa en posición de privilegio frente a una competencia casi inexistente. Su imagen viene marcada por unas líneas atrevidas y sugerentes, entre las que destacan las tapas laterales del filtro de aire, que asoman por encima de las culatas, y los modernos trazos del frontal, que incluyen una parábola con los dos faros integrados, uno encima del otro. Pero el gran protagonista que define su personalidad es un motor, imponente y llamativo, que deja a la vista unos enormes cilindros en V cromados y pulidos. La imagen del conjunto es única.

RESPUESTA CONTUNDENTE

El motor de la MT-01 es un impresionante bicilíndrico en V a 48 grados refrigerado por aire con nada menos que 1.670cc. Incluye inyección electrónica y es respetuoso con el medio ambiente, pero, aparte de mover el peso, resulta clave en la filosofía de la moto, porque ayuda a definir su personalidad. El rendimiento es discreto para su cilindrada, 90 CV a sólo 4.750 revoluciones, pero sorprende con un impresionante motor o fuerza de empuje de nada menos que 15,3 kgm. a 4.000 vueltas. Así, el conductor siempre dispone de una contundente respuesta a cualquier insinuación que haga sobre el puño del acelerador, sin depender ni siquiera de la marcha en la que vaya (tiene cinco relaciones) ni del régimen de revoluciones. El resto de los componentes son de primera fila: discos y pinzas de frenos de contrastada eficacia (proceden directamente de las últimas deportivas de Yamaha). Y unas suspensiones de calidad similar, con una robusta horquilla invertida delante y el sistema monoamortiguador clásico de la marca, atrás.

SENSACIONES SONORAS

Yamaha declara que los conductores de la MT-01 deben notar un comportamiento esencialmente deportivo, aunque las prestaciones no sean el objetivo final. El resultado es un funcionamiento correcto: circula con soltura, frena de maravilla y responde con contundencia sin perder la progresividad. Pero conviene llevarla en las marchas largas, porque el motor no se estira mucho a altas revoluciones, y, en cambio, tiene un empuje impresionante a bajo y medio régimen. Todas estas virtudes no evitan que sea una moto paradójica. Así, su configuración mecánica es muy conservadora y prima la estética. Pero, a pesar de su peso y tamaño, tiene espíritu deportivo, con unos buenos frenos, un chasis correcto -condicionado por la altura del motor y la pipa de dirección- y una excelente suspensión delantera (la trasera es algo ruda). Además, en esta moto se valoran otros detalles, como las acompasadas vibraciones del motor o el genuino bramido de sus cilindros. Su marcada personalidad refuerza un carácter minoritario que no admite término medio.

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