Cuba y la libertad

En EL PAÍS del día 14 de marzo de 2005 aparece, en su página 59, una declaración firmada por un amplio colectivo titulada Detengamos una nueva maniobra contra Cuba y rubricada por gente tan significativa como José Saramago, Rigoberta Menchú o José Luis Sampedro. Un texto que, en resumidas cuentas, nos viene a decir que los Estados Unidos intentan una nueva condena contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que acaba de inaugurarse en Ginebra.

En el texto que se acompaña no se hace ni una sola referencia a la dictadura que desde hace más de cuarenta años sufre ese país, atreviéndose a afirmar que "no ha existido un solo caso de desaparición, tortura o ejecución extrajudicial". Ninguna mención respecto al exilio forzado de miles de cubanos, ni a los presos políticos encarcelados (poetas incluidos), y mucho menos a los fusilamientos de principios de 2003 o a las condenas a cadena perpetua por secuestrar un avión para intentar escapar del país, etcétera.

Curiosamente, y en ese mismo periódico, aparece en su página 13 una carta firmada por Fernando Castelló y por Robert Ménard (presidente y secretario general de Reporteros Sin Fronteras) donde nos recuerdan que 21 periodistas "... se encuentran encarcelados en Cuba, desde la oleada represiva de marzo de 2003" por haber "querido informar libremente". Periodistas que fueron condenados en agosto de 2004 "tras unas parodias de procesos a penas que van de 14 a 27 años de cárcel".

¿No hubiera sido mejor que ese amplio colectivo hubiese firmado un texto reclamando a Fidel Castro la libertad de esos periodistas? Por cierto, ¿a cuánto te condenan en Cuba por robar una manzana? ¿A diez años?...