Marín reconsidera su prohibición de usar en el Congreso lenguas cooficiales
El presidente del Congreso, Manuel Marín, anunció ayer a la Junta de Portavoces que ha decidido abrir un "periodo de reflexión" sobre el uso en la Cámara del catalán, el euskera y el gallego. La semana pasada, Marín decidió revocar su decisión de principios de febrero pasado, en el sentido de autorizar breves intervenciones en cualquiera de estas lenguas, seguidas de su traducción al castellano, por parte del diputado que las utilizase.
Marín denunció que se estaba haciendo un uso abusivo de su actitud tolerante, especialmente por parte de Esquerra Republicana de Catalunya, con intención de crear conflictos. De inmediato, todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, firmaron un escrito en el que pedían que reconsiderase su postura.
Ayer, Eduardo Zaplana, portavoz del PP, dijo que su grupo hasta ahora ha "mirado para otro lado" pero que después de lo ocurrido ya no cabe otra opción que sujetarse a lo dispuesto en la Constitución y en el Reglamento del Congreso, y advirtió que no admitirán el uso de lenguas cooficiales en determinadas autonomías, dentro de la reforma del Reglamento.
Diego López Garrido, en nombre del PSOE, se mostró decididamente partidario de volver a la situación inicial propuesta por Marín, aseguró que su grupo quiere un acuerdo sobre esta materia y que será más sencillo si se vuelve a la tolerancia, aunque añadió que "no hay que apresurar los ritmos".
Joan Tardá, diputado de ERC, partidario del plurilingüismo en el Congreso, se mostró seguro de que "esto está ganado"; de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no se volverá atrás de su compromiso para solucionar el problema y de que "al final de la legislatura a este Estado no se le va a reconocer", en lo que se refiere al empleo de las lenguas cooficiales.
