Los transgénicos se ponen la barretina

El Gobierno de la Generalitat (con su parte de izquierdas y ecologista "de debò" incluida) está a punto de aprobar un decreto que regula la coexistencia de los cultivos OGM (Organismos Genéticamente Modificados) y los "normales". El decreto tiene una clara voluntad política: que en unos años el 100% de los cultivos de maíz catalán sean OGM. Solamente con esa interpretación puede entenderse su lectura. Nuestro Gobierno, sin consultar apenas a nadie, se declara (y nos declara a todos) fervientes defensores de este experimento biológico. Bueno, pues ni yo ni muchas otras personas estamos de acuerdo: campesinos del norte y del sur, consumidores, ecologistas, científicos, ONG, movimientos sociales y hasta 20 regiones europeas, entre ellas el País Vasco, se han declarado zona libre de OGM. ¿Y qué hace el tripartito catalán? Pues abanderar las reclamaciones de las empresas que fabrican estas semillas y abrirles nuestros campos, estómagos y bolsillos. Como ciudadano que no quiere consumir OGM, ¿quién me protege? Como productor ecológico que tiene prohibida la contaminación con OGM, ¿quién me protege? Un gran servicio público, el de este decreto. Gracias a todos los que lo han hecho posible.