Periodistas cubanos

Dirigimos esta carta abierta al ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos.

Hoy recibe usted a su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, quien, con este encuentro, finaliza una gira por la Unión Europea. Con este motivo, Reporteros Sin Fronteras querría llamar su atención sobre la suerte de los 21 periodistas que todavía se encuentran encarcelados en Cuba, desde la oleada represiva de marzo de 2003.

Se llaman Víctor Rolando Arroyo Carmona, Pedro Argüelles Morán, Mijaíl Berzaga Lugo, Adolfo Fernández Sainz, Alfredo Felipe Fuentes, Miguel Galván Gutiérrez, Julio César Gálvez Rodríguez, José Luis García Paneque, Ricardo González Alfonso, Alejandro González Raga, Iván Hernández Carrillo, Normando Hernández González, Juan Carlos Herrera Acosta, Mario Enrique Mayo Hernández, José Ubaldo Izquierdo Hernández, Héctor Maseda Gutiérrez, Pablo Pacheco Ávila, Fabio Prieto Llorente, Alfredo Manuel Pulido López, Omar Rodríguez Saludes y Omar Moisés Ruiz Hernández.

Todos ellos fueron condenados en agosto de 2004, tras unas parodias de procesos, a penas que van de 14 a 27 años de cárcel. ¿Su crimen? Ejercer la profesión de periodista al margen de los medios de comunicación autorizados por el poder de La Habana.

Celdas insalubres, agua no potable, privación de visitas, malos tratos, falta de cuidados médicos, cuando la salud de la mayoría de ellos se deteriora día a día... Ése es el precio diario que tienen que pagar 21 hombres "culpables" de haber querido informar libremente, y de pensar de forma distinta que el poder. Esos 21 periodistas, señor ministro, corren peligro.

El 8 de marzo, al margen de una visita al Parlamento Europeo, Felipe Pérez Roque aseguró que su país estaba dispuesto a hacer "gestos claros", si la Unión Europea se abstiene de condenar a Cuba, en la próxima votación de la Comisión de Derechos Humanos, en Ginebra.

Le rogamos, señor ministro, que enfrente a Pérez Roque con sus responsabilidades, y que le recuerde a qué "gestos claros" compromete una petición de ese tipo: la liberación inmediata, y sin condiciones, de todos los disidentes cubanos, y en particular de los 21 periodistas injustamente encarcelados.

La libertad de prensa, señor ministro, es parte integrante de esas libertades cívicas que cualquier democracia debe encarnar y defender. En tanto que ministro de Asuntos Exteriores de un país en que están garantizadas esas libertades constitucionales, tiene usted la responsabilidad de llamar la atención de su huésped sobre estas cuestiones.

Contamos sinceramente con su apoyo. Cuba no puede exigir nada de la Unión Europea sin una condición previa fundamental: dejar de ser la segunda cárcel más grande del mundo para los periodistas.

En espera de un "gesto fuerte" de su parte con las autoridades cubanas, le ruego reciba, señor ministro, la expresión de nuestra mayor consideración.