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COMITÉ FEDERAL DEL PSOE

Zapatero asegura que tiene ahora más apoyo que hace un año para hacer reformas

El líder socialista agradece a Maragall que haya reconocido "errores" y pedido disculpas

Anabel Díez

Aunque con advertencias de que hay que huir de toda autocomplacencia, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pintó un panorama muy halagüeño del grado de apoyo que tiene su Gobierno, pero sobre todo de la marcha del país. Zapatero se presentó ayer ante el comité federal socialista para hacer un recorrido de lo que ha ocurrido en el último año, y aseguró que ahora tiene más apoyo social que el 14-M de 2004 para abordar las reformas que el país necesita. Zapatero reivindicó la victoria electoral por su convencimiento de que los españoles querían otra forma de gobernar.

"Se ha caído el tópico de la mejor capacidad de la derecha para la gestión económica"
"Los españoles quieren ser escuchados; a eso le llamamos talante, pero es sólo democracia"
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A 12 meses de la victoria del PSOE, Rodríguez Zapatero apreció ayer que no debe estar preocupado por el partido ya que el grado de apoyo a su gestión, y sobre todo a facilitarle la tarea de gobierno, es total. Así se desprendió de las 17 intervenciones que se produjeron, en sus réplicas y contrarréplicas. Todo transcurrió por cauces muy moderados. Quizá porque el líder socialista recordó que ayer mismo se cumplían cinco años de la victoria por mayoría absoluta del PP. Con eso indicó que las cosas pueden cambiar, por lo que es imprescindible continuar "la coalición con los ciudadanos", aseguran que dijo.

El único asunto espinoso podría haber sido la situación del presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, pero en la reunión de la ejecutiva del pasado lunes el líder socialista pidió apoyo "sin fisuras y sin matices" para Maragall. Y esa petición fue ayer tenida en cuenta. El mandatario catalán no acudió a esta reunión, pero sí estuvo el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells. Clos recibió la solidaridad por el caso del Carmel del líder del PSOE de Madrid, Rafael Simancas, además de otros muchos. Pero fue significativo este apoyo de Simancas toda vez que, a continuación, criticó implícitamente a Maragall por haber entendido que en el PSOE se vivía una situación de "involución autonómica". Pero Zapatero zanjó el asunto con elogios a Maragall. "Tenemos que hacer un agradecimiento muy especial a Maragall porque ha reconocido errores y pedido disculpas; y nunca con sólo cinco palabras se había conseguido tanto; que le retiren la querella y la moción de censura".

Estas consideraciones las hizo en el cierre del debate, celebrado a puerta cerrada, y después de que hubieran hablado 16 miembros del comité federal.

Durante casi una hora, el líder socialista hizo un recorrido desde el día del atentado, el 11 de marzo de 2004, hasta su última acción de gobierno para apuntar líneas de profundas reformas en todos los campos. "Parecía difícil pero lo estamos haciendo realidad y tenemos el respaldo de la mayoría, una mayoría mayor de la que nos respaldó hace un año", dijo Zapatero. Y esa mayoría quiere, a su juicio, que este país aborde reformas profundas en todos los campos. "De paso se ha caído el tópico de una supuesta mejor capacidad de la derecha para la gestión económica".

En política económica se pondrá en marcha "una estrategia general de aumento de la productividad y del empleo en el horizonte de esta legislatura". Esta estrategia contará con cinco ejes clave: el refuerzo de la estabilidad presupuestaria, el plan de dinamización de la economía, la reforma fiscal, la reforma laboral en el marco del diálogo social y el Plan de Fomento Empresarial.

El proceso de reformas está en marcha también en política social y cuando termine la legislatura, el salario mínimo interprofesional será de 600 euros, citó entre otras medidas. Por primera vez, más del 50% del gasto presupuestado constituye gasto social, dijo el líder socialista, que informó de que hasta ayer se habían registrado 160.000 solicitudes de de inmigrantes.

De política social, Europa y Chechenia, se preocupó Juan Antonio Barrio de Penagos, de Izquierda Socialista, y el secretario general de las Juventudes Socialistas, Herick Campos, de políticas para los jóvenes. Pero ambos le reconocieron a Zapatero el buen número de medidas tomadas en estos meses. La Ley de la Dependencia será el tema estrella de este Gobierno y ya ha empezado el diálogo entre sectores implicados.

Seguridad Ciudadana, lucha contra el terrorismo, Ley Integral contra la Violencia de Género, fueron otras de las parcelas citadas, hasta llegar a la orden de salida de las tropas de Irak dada por Zapatero. "Quienes eligieron nuestra opción, pero también otros muchos que se decidieron por otras alternativas, querían una sociedad más justa, más segura; una vida pública más democrática, más serena, otra forma de gobernar", dijo el líder socialista. Los españoles, añadió, quieren ser escuchados, respetados, atendidos; quieren que cuando sea preciso se rectifique y cuando haga falta se pidan excusas. "A eso le llamamos talante; si lo preferís, lo podemos llamar simplemente democracia".

El reto inmediato que tienen los socialistas está en las elecciones del País Vasco del 17 de abril. "Se vota quién gobernará el País Vasco en los próximos cuatro años; sólo eso y sólo por ese periodo. No se dirime en las urnas algo que no se puede dirimir exclusivamente allí, ni tampoco por medio de unas elecciones". Zapatero consideró que cuatro años más de nacionalismo equivaldría a dividir a la sociedad "por mitades".

"Si hay acuerdo y diálogo allí; habrá aval político aquí". Con esta afirmación, Zapatero se compromete a que la reforma estatutaria que saliera de un acuerdo de todos los partidos vascos tendría el apoyo de una mayoría parlamentaria en Madrid. Patxi López, dentro y fuera del comité federal -que aprobó las candidaturas vascas-, se presentó como el único candidato capaz de unir a todos los vascos.

José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente del PSOE, Manuel Chaves, en el comité federal.
José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente del PSOE, Manuel Chaves, en el comité federal.GORJA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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