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OPERACIÓN POLICIAL CONTRA EL CRIMEN ORGANIZADO

Yukos niega su relación con la trama de blanqueo

La petrolera fue acusada hace dos años de multimillonarias evasiones de impuestos

Alexandr Shadrín, portavoz de la petrolera rusa Yukos, desmintió ayer la vinculación de esta empresa con la red acusada de blanqueo de dinero destapada en Marbella. "Lo único que falta es escarbar en Marte para ver si también allí hemos blanqueado algo", añadió. La confirmación de la implicación de esta empresa en la trama sería una excelente noticia para el Kremlin y una pésima para la compañía, que el año antepasado fue acusada de multimillonarias evasiones de impuestos. Además, su ex presidente Mijaíl Jodorkovski se encuentra en la actualidad encarcelado. La fiscalía general rusa, que no ha comentado las informaciones de la prensa española, dio, hace unos meses, orden de búsqueda y captura de los principales accionistas de Menatep, la firma que controla Yukos.

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El acoso a la petrolera es visto por muchos analistas no tanto como el resultado de acciones ilegales de Yukos, sino como la respuesta a las ambiciones políticas de Jodorkvoski, que podían poner en peligro los planes del Kremlin tras las elecciones presidenciales de 2008. Pero las autoridades rusas siempre han negado estar persiguiendo políticamente a Jodorkovski y han asegurado que sólo pretenden aplicar la ley.

Yukos nació hace 12 años gracias a las privatizaciones del Gobierno de Yeltsin. Jodorkovski creó su imperio uniendo la empresa extractora Yuganskneftegaz -que generaba el 60% del crudo de Yukos-, tres refinerías de la provincia de Samara y una empresa que vendía productos petroleros en ocho regiones rusas. En 1995 se le sumó Samaraneftegaz, otras distribuidoras y varios institutos de investigación científica.

Dos años más tarde, Yukos pagó más de mil millones de dólares por el paquete de control de la Compañía Petrolera del Oriente, que reunía a 12 empresas del centro de Siberia. En 2000, Jodorkovski compró el 60% de las acciones de la Compañía Gasopetrolera de Siberia Oriental, que exploraba campos potencialmente ricos en hidrocarburos en la siberiana provincia de Krasnoyarsk.

Gas y oleoductos

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Al año siguiente pasó a ser dueño de la importante Compañía Petroquímica de Angarsk, en la provincia de Irkutsk. Finalmente, en 2002 Yukos compró el 49% de las acciones de Transpetrol, compañía estatal de Eslovaquia, que opera los oleoductos en territorio de ese país, y pasó a ser accionista del consorcio lituano Mazeikiu Nafta, que hoy controla. Además, a Yukos le pertenecen tres empresas de extracción de gas: Artikgaz, Roslán y Urengoil. Menatep, la empresa que controla Yukos, estaba registrada en un paraíso fiscal.

Jodorkovski logró hacer de Yukos la principal petrolera del país. Pero Yukos ya no es un imperio. Las autoridades rusas le asestaron un golpe tremendo este año, cuando vendieron en una subasta apañada la joya de la corona de Yukos: Yuganskneftegaz. Fue comprada por una firma fantasma que, a su vez, fue adquirida por la petrolera estatal Rosneft. Yukos pasó a ser una petrolera de segunda, y muchos consideran que hasta puede desaparecer: la autoridad tributaria le exige aún 20.000 millones de dólares por supuestos impagos de impuestos y multas.

No es la primera vez que se relaciona a Yukos con el blanqueo de dinero. Hace un año, cuando Stephen Curtis, director gerente de Menatep, pereció al estrellarse en helicóptero, se dijo que estaba involucrado en el esquema de evasión de impuestos. Así, Curtis habría creado una red de compañías registradas en paraísos fiscales para ocultar dinero procedente de la venta de petróleo por Yukos. También un banquero y un empresario acusaron a Jodorkovski de haber blanqueado dinero en 1995. Sin embargo, ninguna de estas acusaciones ha sido probada todavía.

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