La comunidad islámica en España condena el terrorismo y se suma al dolor por la tragedia
La comunidad islámica española se sumó ayer a los actos de dolor en el aniversario del 11-M y de condena del terrorismo. Los musulmanes aprovecharon su día sagrado, el viernes, para rezar por las víctimas en mezquitas de muchas ciudades. En Madrid, el imán de la mayor mezquita del país, la de la M-30, Munir Mahmud, dio las gracias al pueblo español por "superar con madurez y una prudencia ejemplar la masacre que nos dolió a todos".
Unos 2.000 musulmanes siguieron las palabras del imán, quien señaló que los españoles "han logrado distinguir entre la gran mayoría de los musulmanes y unos pocos, insignificantes, que no podemos considerar musulmanes". La Comisión Islámica de España aprobó una fatwa (dictamen religioso) "contra Osama Bin Laden, Al Qaeda y cuantos pretenden justificar el terrorismo, fundamentándolo en el sagrado Corán o la Sunna del profeta Mahoma". "El islam rechaza el terrorismo en todas sus manifestaciones, ya se trate de la muerte o el daño a seres humanos inocentes o a sus propiedades", señala el edicto.
Este organismo, interlocutor de los musulmanes con el Estado español para el desarrollo de los acuerdos religiosos, considera que el islam es "la principal víctima de los atentados terroristas realizados por algunos grupos que falsamente se autodenominan islámicos". Así, advierte de que "tales atentados no sólo se cobran la vida de numerosos musulmanes, sino que también dañan la imagen del islam, hacen crecer los sentimientos de islamofobia y sirven a los intereses de sus enemigos".
En Valencia, un centenar de musulmanes acudió a la mezquita del Centro Islámico para donar sangre como símbolo de solidaridad con las víctimas del terrorismo. La donación culminó con una serie de actos que convocó la comunidad islámica de Valencia para rendir homenaje a las víctimas del 11-M. A las tres y media de la tarde, más de 1.000 personas, según la dirección del templo, se congregaron en la plaza de la fuente de la mezquita donde guardaron tres minutos de silencio en recuerdo de las víctimas. Un ciudadano paquistaní y otro marroquí fueron detenidos en este acto tras interrumpir la lectura del comunicado de condena a la matanza, que realizaba un niño, al que empujaron para coger el micrófono y comenzar a gritar en árabe. Los alborotadores fueron reducidos y retenidos por los asistentes al acto tras lo que el propio imán requirió la presencia de la policía.
El imán de Fuengirola, Mohamed Kamal Mustafá, aseguró ayer que los terroristas que cometieron los atentados del 11 de marzo en Madrid "no son musulmanes ni tienen nada que ver con el islam, cuyo nombre manipulan para hacer daño a gente inocente".
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