Siete grupos reclaman a Marín que permita el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso

Ni es suficiente ni casi ha sido tenida en cuenta por el presidente del Congreso, Manuel Marín, la declaración que ayer realizaron todos los grupos parlamentarios, excepto el PP, de que se vuelva a la situación que Marín instauró sobre el uso limitado de las otras lenguas oficiales del Estado.

El presidente de la Cámara baja había pedido el día anterior que los grupos le dijeran por escrito qué querían que se hiciera, y que él haría una resolución. Pero no hubo ningún escrito, sino una declaración verbal de siete grupos parlamentarios, todos menos el PP, pidiendo al presidente del Congreso que revoque su decisión de terminar con esa práctica.

Ahora la situación se ha complicado más si cabe. Marín no está satisfecho porque no hay una petición formal y el PP considera que el PSOE ha roto el pacto para afrontar juntos la reforma del Reglamento del Congreso. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, así lo manifestó ayer a pesar de que los socialistas quieren diferenciar la reforma del Reglamento, que sí quieren pactar con el PP, pero también con el resto de los grupos, como dijo Diego López Garrido, de una situación provisional sobre el uso de las lenguas. Y además, el resto de los grupos consideran que restituir el uso tasado de las lenguas es algo natural pero quieren un compromiso del PSOE de que habrá una regulación clara del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso.

Todo empezó a las cuatro de la tarde en la ponencia que por primera vez se reunía para abordar esa reforma del Reglamento empantanada desde hace años. La vicepresidenta primera del Congreso, Carme Chacón, presidió la reunión y sugirió a los diputados que empezaran por los artículos que tenían enmiendas respecto al uso de las lenguas. Pero enseguida se vio que regular nada menos que un asunto tan conflictivo como el uso de las lenguas en el futuro Reglamento sería algo que llevaría mucho tiempo.

Como situación provisional, el representante socialista, Diego López Garrido, pidió a los grupos que se pronunciaran sobre el uso limitado de las lenguas a la manera que instauró Marín. El PP estimó que ése no era el foro para debatir ese asunto sino que debía ir a la Mesa y a la Junta de Portavoces. Los demás dijeron que Marín tenía el apoyo para volver a la situación anterior. Pero fuentes parlamentarias indicaron que esta petición es insuficiente para Marín por lo que el conflicto continúa.