El presidente de la Comisión de la Energía acusa al Gobierno de fomentar "nuevos monopolios privados"

Al Gobierno no sólo se le ha rebelado el ya ex presidente de la Comisión del Mecado de las Telecomunicaciones (CMT), Carlos Bustelo. El presidente de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Pedro Meroño, criticó ayer con dureza la situación actual del sector energético -víctima de una "clara indefinición regulatoria", según dijo- y acusó al Gobierno de fomentar la creación de "nuevos monopolios privados".

Por su parte, el comité de empresa de la CNE denunció ayer que el organismo se ha convertido en un "refugio" de funcionarios en excedencia, en el que no se para de contratar, mientras el personal continúa con los salarios del año 2003. Los trabajadores acusan a Meroño de "inflexible" en los temas de personal.

A tan sólo un mes de abandonar la CNE -que renovará también a cuatro de los ocho consejeros-, Meroño lanzó un órdago al Ejecutivo y clamó contra la aparición de tentaciones intervencionistas en el Gobierno y, en particular, en el Ministerio de Industria, que dirige José Montilla. Según el máximo responsable del organismo regulador -nombrado por el anterior Gobierno del PP, al igual que Bustelo-, "no conviene una marcha atrás en el proceso de liberalización de los mercados".

En el Foro de debate sobre el Libro Blanco para la reforma de la generación eléctrica, Meroño aseguró que la creación de "grandes campeones nacionales" -terminología que utiliza el ministro Montilla- supone, en la práctica, la aparición de "nuevos monopolios privados". El Ejecutivo se ha mostrado partidario en reiteradas ocasiones de que existan grupos empresariales españoles potentes, capaces de competir en el exterior, aunque Montilla siempre ha negado que el Ejecutivo vaya a alentar posibles fusiones.

Para Meroño, "ni siquiera la fusión de dos empresas eléctricas españolas permitiría ganar un solo puesto en el ranking mundial". El último intento fue en 2003. La CNE vetó la posible fusión de Gas Natural y la eléctrica Iberdrola y recibió las críticas del PSOE, en aquel momento en la oposición, una decisión que los socialistas calificaron como política y parcial.

Meroño abogó ayer por un cambio en la regulación que acabe "cuanto antes" con lo que calificó como la "clara indefinición" que vive el sector en la actualidad. El responsable de la CNE se preguntó si los cambios legislativos recientes y los que se prevé abordar van a suponer "una mayor intervención o una mayor competencia en los mercados energéticos".