Urbanismo levanta dos torres de 20 metros para ventilar los túneles de la M-30 sur

A 100 metros de las ventanas de la casa de Milagros Rodríguez, que vive en un piso de la calle del Bronce, en el distrito de Arganzuela, se alzará muy pronto una chimenea de 20 metros de alto y otro tanto de diámetro. Es una de las dos torres que está construyendo la Concejalía de Urbanismo para ventilar el denominado bypass sur de la M-30, formado por dos túneles de unos tres kilómetros de largo, situados a 40 metros de profundidad, y que unirá la plaza de Santa María de la Cabeza con la A-3, según explicaron ayer los directores generales Manuel Arnaiz (Infraestructuras Urbanas) y José María Ortega (Desarrollo de Infraestructuras). La otra chimenea se construye en Méndez Álvaro.

"Cuando vinimos hace 10 años a vivir aquí, teníamos un parque enfrente. Ahora resulta que vamos a tener una torre de ventilación de 20 metros de alto y otros 20 de diámetro. Pero todo lo sabemos porque 'un vecino ha dicho que...', o porque 'lo he leído'. La información oficial es escasa, por no decir inexistente", afirma Rodríguez. Además de esta chimenea, Urbanismo construye otra en Méndez Álvaro, entre la M-30 y las vías del tren, en una zona sin viviendas.

Una de las preocupaciones de los vecinos de la manzana de la calle del Bronce -los números del 11 al 27, donde viven unas 350 personas- es que por el bypass sur está previsto que pasen cada día "unos 300.000 vehículos" y la contaminación que expulsen saldrá a la superficie delante de sus casas.

Otra de sus quejas es que por debajo de sus casas van a pasar los dos túneles que integran el bypass. Hace unos días, técnicos del Ayuntamiento hicieron un informe para determinar si había grietas en las viviendas y los vecinos están preocupados porque suceda lo que en el barrio del Carmel, en Barcelona, donde los pisos se cayeron por las obras del metro.

"No son situaciones comparables", asegura, en cambio, José María Ortega, que explicó que los técnicos de la concejalía elaboran informes similares en todas las obras por dos razones. "Una es para hacer una foto fija de la situación previa, lo que es una garantía para la Administración, pero también para los propietarios", afirmó.

Medidas correctoras

La otra es que, si los técnicos detectan que las grietas tienen que ver con un problema estructural del edificio, entonces "aplican las medidas correctoras en el proyecto de la M-30 para garantizar que luego no haya afecciones de esos inmuebles por la obra", agregó.

"No hay que mirarse en el Carmel, sino en los más de 10 años de infraestructuras que llevamos haciendo en Madrid. Son obras complicadas, pero que no son muy distintas a la creación de nuevas líneas de metro, pues son túneles similares, sólo que un poco más grandes", terció Manuel Arnaiz, que trabajó en la modernización del metro de Madrid, cuando presidía la Comunidad Alberto Ruiz-Gallardón, hoy alcalde.

Ambos directores apuntaron que en el caso del bypass, al no existir la necesidad de conectar los túneles con la superficie, como ocurre en la construcción del metro, donde hacen falta estaciones, han podido llevarlo a gran profundidad. "Está a 40 metros de distancia de los edificios, lo que garantiza que lo que hay por encima no quede afectado", explicó Arnaiz. De hecho, en los planos que manejan los técnicos del Ayuntamiento se aprecia que las líneas 3, 6 y 1 del metro, que en algunos puntos coinciden con el bypass, están a menos distancia de los inmuebles que los túneles de la M-30.

A pesar de ello, para los grupos municipales de la oposición falta mucha información en la reforma de la antigua autovía. "Éste es un nuevo ejemplo de la política autoritaria del PP, más interesado en los constructores que en resolver los problemas de los vecinos", afirmó el portavoz adjunto del PSOE, Óscar Iglesias. "Ha habido opacidad informativa, cuando aumenta la contaminación y se degrada la calidad de vida de los vecinos".

"Con esta obra vamos de sorpresa en sorpresa a medida que se conoce. Según el Ayuntamiento, es el proyecto más informado, pero hubiera requerido explicaciones adicionales. La gente se entera de cómo le afecta por denuncias", dijo la portavoz de IU, Inés Sabanés. "Es una obra cara, molesta, que no han querido ver globalmente y ahora vemos problema a problema".