Un millar de personas se manifiestan en Barcelona contra el cierre de Miniwatt

Un millar de personas se manifestaron ayer por el centro de Barcelona para protestar contra el cierre de la empresa Barayo, la antigua Miniwatt, y pedir la mediación del Gobierno catalán en el conflicto laboral. La manifestación, que empezó a las 11.30 horas en la plaza de la Universitat, reunió a trabajadores, familiares y amigos de empleados de la compañía, que con el cierre dejará sin empleo a un total de 362 trabajadores. Los manifestantes, tras recorrer La Rambla y la calle de Ferran, finalizaron su marcha en la plaza de Sant Jaume, frente a las sedes del Gobierno catalán y el Ayuntamiento de Barcelona. Allí leyeron un manifiesto en el que reclaman un plan social "digno" que incluya la recolocación de algunos trabajadores y una bolsa de formación para ayudar a la plantilla a reciclarse. Los sindicatos exigen la intervención de la Generalitat para desbloquear el conflicto, ya que la empresa se niega a negociar tras haber presentado una última oferta.

La multinacional holandesa Philips y el grupo coreano LG anunciaron formalmente el pasado 10 de febrero el cierre de la planta de fabricación de tubos de televisión Miniwatt en la Zona Franca de Barcelona, que está participada al 50% por estas dos empresas. Durante la manifestación, los trabajadores reclamaron el boicoteo a los productos de LG y Philips en protesta por el cierre de la factoría, como ya hicieron en ocasiones anteriores. Representantes sindicales de la antigua Miniwatt ya han anunciado que para el próximo día 10 está prevista una jornada de huelga de 24 horas y una concentración ante el Parlament para presionar a la Generalitat con el fin de que intervenga en la crisis de la empresa.

Juan Montero, miembro de CC OO y del comité de empresa, explicó que la negociación que la empresa rechaza busca que "la dirección de LG Philips frene el expediente de 362 despidos y negocie un plan de futuro para los trabajadores que más necesitan el puesto de trabajo, y que prejubile en condiciones dignas a los trabajadores mayores". Joan Hernández, de UGT, aseguró que han pedido al Gobierno español y a la Generalitat que impida a la multinacional especular con los terrenos de la planta de Miniwatt y que destine el valor de éstos -entre 65 y 75 millones de euros- al plan social.