"América Latina no es una urgencia; pero, si nos olvidamos, lo será"

José Luis Machinea ha pasado por España como colofón de un viaje por la Unión Europea (UE), en el que ha tratado de estrechar las relaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y buscar cooperación y mejores perspectivas para la organización de la que este argentino de 58 años es secretario ejecutivo. Machinea quiere que la UE en general, pero en especial España, así como Francia, Italia, Suecia y otros países del área, colaboren más con la organización.

Será un cambio fundamental y se prepara, para ello, un programa integrado en el que se quiere dar un papel preponderante a las cumbres multilaterales como impulso para luchar contra la pobreza, lograr más equidad y avanzar en cohesión social, tres de sus obsesiones, según expresa en una entrevista con EL PAÍS, a las que añade la ayuda al desarrollo de la región.

"Uno de los problemas de América Latina es que no tiene países considerados muy pobres, a los que suele ir la mayor parte de las ayudas"

Un problema fundamental de la región radica, precisamente, en la relación con el mundo desarrollado. "Los países latinoamericanos no consiguen introducir sus productos en países desarrollados ni incluso en aquellos en los que tienen ventajas comparativas. Tenemos que desarrollar mercados bilaterales y superar las deficiencias que ofrece en la actualidad la OMC

[Organización Mundial de Comercio]".

En cuanto a la ayuda al desarrollo, que España quiere que alcance el 0,7% del PIB en 2012, pero cuyas cifras son aún reducidas, Machinea es pesimista. "Desde 1990 a 2002 ha ido cayendo, y desde entonces ha crecido poco". En España era el 0,22%; subió al 0,24% en 2004 y este año llegará al 0,33%. Según Machinea, el problema es que América Latina no tiene países muy pobres, a los que suele ir la mayor parte de las ayudas. Por eso, lo importante es abrir los mercados. "Pero ocurre", enfatiza, "que en la UE las preocupaciones son el hambre, la irrupción de China en la economía y la expansión al Este. América Latina, sin embargo, no parece tener el sex appeal de China, ni problemas de hambre acuciantes, ni estamos cerca de la UE. Es decir, todo son dificultades. Pero vale la pena recordar que ha recuperado la democracia, a pesar de cierta desestabilización (no hay más que recordar que 13 presidentes no han acabado su mandato en estos últimos 12 años). América Latina no es una urgencia; pero si nos olvidamos, pasará a ser una urgencia".

Para el secretario ejecutivo de la CEPAL existen, además, otros problemas que hacen difícil alcanzar la cohesión social. En primer lugar, cita el crecimiento. La región creció 2,7% el año pasado, que no está nada mal, pero con una media de 1,1% por habitante, con lo que, según apunta, "es imposible superar problemas de pobreza". Ese dato da paso al segundo problema, la equidad. La región, asegura, "es la menos equitativa del mundo en términos de distribución del ingreso, por lo que es necesario hacer un importante esfuerzo". "Hay que perseguir un modelo que ponga énfasis en la equidad como eje de la política económica", incide.

En este sentido, destaca que las políticas sociales "siempre han sido apéndices, pero nunca se han integrado". "En muchos casos hay escasa transparencia. Y si no hay transparencia, caes en el clientelismo y la corrupción", dice este político, que dirigió la economía de su país durante el Gobierno de De la Rúa durante 15 meses. "Es necesario, además, un pacto fiscal, coordinación entre los países y representación, es decir, cómo se expresa la sociedad civil". Por otro lado, insiste en que "si existe un modelo de desarrollo desequilibrado es muy difícil que se alcance la política social. Los modelos muy basados en los recursos naturales, sin políticas específicas para las regiones y las pequeñas y medianas empresas y sin que funcionen los mercados, no permiten el acceso al desarrollo. Eso genera crecimiento desequilibrado".

Machinea reclama, por otra parte, "más asistencia para el fortalecimiento de los parlamentos y para que se pueda profundizar en la democracia de los países del área, así como mayor cohesión social, que es el principal problema de la región". En ese sentido, dice que "hay que aprender de la experiencia de la UE y de España y si en los años sesenta se logró avanzar en desarrollo económico, ahora hay que hacerlo en cohesión social". "La CEPAL está acostumbrada a cuestionar y a construir. Tiene que actuar desde un pensamiento crítico. Y la visión crítica tiene valor en la medida que no sea cerrar puertas. A la larga, nos queremos convertir en un socio estratégico de la cooperación europea".

Uno de los pasos fundamentales, a su juicio, para lograr esos avances se ha dado con la creación de una Secretaría General Iberoamericana, que servirá para dar sentido y contenido a esas cumbres. "Tenemos mucho interés en que haya una participación más activa en las cumbres", dice Machinea. "En las cumbres, la gente se ve la cara, pero eso realmente no alcanza", añade. "El paso de crear una secretaría que sea permanente va a ser fundamental en ese sentido. Las cumbres no debían ser solamente reunión de jefes de Estado, deben servir más para intercambiar conocimientos dentro de la política, de la economía, de la cultura...". "Hay que juntar los sectores antes de que se hagan las cumbres, igual que hacen el FMI y el Banco Mundial con los banqueros. Así se pueden discutir temas de todo tipo".