Sueca presiona a Cultura y renuncia a la casa de Fuster

Salvador Gil, alcalde de Sueca, ha instado a Josep Palàcios, heredero del ensayista Joan Fuster, y a Eliseu Climent, Joaquim Maluquer y Max Cahner, en su condición de albaceas, a que se ejecuten las cláusulas 8 y 9 del testamento del escritor suecano. Éstas hacen referencia a la donación a Sueca de su colección de arte siempre que se garantice un local "razonable para su exposición" y de los cerca de 24.000 libros legados a la biblioteca municipal para el uso de los ciudadanos siempre que "heredero y albaceas lo consideren como una donación útil". La propuesta del alcalde lleva implícita la renuncia a la que fuera vivienda del escritor y que hoy es propiedad de la Generalitat valenciana.

Gil ha remitido esta semana una carta a cada uno ellos en la que expone el bloqueo en que se encuentra el convenio regulador del futuro uso de la casa número 10 de la calle Sant Josep y parte de los bienes culturales del autor de Nosaltres els valencians. En el escrito expone que la casa anexa (el número 8 de la misma calle, de propiedad municipal y unida en su parte trasera con la número 10) cuenta con las condiciones necesarias para albergar esa parte del legado. La petición formal del Ayuntamiento es una exigencia contemplada en el testamento.

De llevarse a cabo las intenciones del alcalde, los libros ubicados en las estanterías de la vivienda del escritor, deberán volver al inmueble que hoy está destinado a autores locales bajo la nomenclatura de Biblioteca Suecana. En este edificio se almacenaron en cajas mientras se realizaban las obras financiadas por el Gobierno autónomo. Ambos inmuebles se encuentra unidos por la parte trasera.

La ejecución de las cláusulas del testamento implican que el fondo artístico quedará expuesto y los libros podrán ser utilizados por los ciudadanos tal y como Fuster dejó escrito en sus últimas voluntades.

Gil recuerda la existencia de un borrador de estatutos de la Fundació Biblioteca Joan Fuster i Ortells así como una propuesta de convenio para la gestión de esa parte del legado presentada a la Generalitat Valenciana el 3 de mayo de 2004 que todavía no ha sido contestada.

"Humedades importantes"

Por otra parte, la correspondencia personal del ensayista fallecido en junio de 1992 sigue almacenada en la Biblioteca Suecana a la espera de poder ser ubicada en lo que fuera la casa del escritor. Desde la Biblioteca de Catalunya, su propietaria, se realizó una inspección en diciembre y a mediados de enero pasado recordaban al alcalde de Sueca que "a primera vista la sala mostraba que había habido humedades importantes, que ningún técnico ha intervenido desde el momento que se depositó, de manera que ni los elementos perniciosos -clips metálicos, por ejemplo- no se habían eliminado y que ni tan sólo se había procedido a la elaboración del inventario". Dolors Lamarca, directora de la citada institución, recordaba la conveniencia normalizar el tratamiento "tanto físico como técnico del fondo Fuster durante este año 2005 y que se deposite en la sede pertinente". En caso contrario, "por razones de seguridad y conservación,

[la Biblioteca de Catalunya] debería tomar las medidas oportunas como titular y propietaria de una parte importante y bien definida del legado".

El pasado jueves se produjo el primer indicio de acuerdo entre gobierno municipal (PSOE-Entesa, con 8 concejales, ERPV, con 2 y PIMP, con 1) y la oposición (PP, 7 regidores y Bloc, con 2) tras 19 meses de legislatura. El Bloc retiró una moción en la que se pedía que el Ayuntamiento instase a la Biblioteca Valenciana, en calidad de depositaria del fondo documental, a que se responsabilizara de ese fondo documental "ya que técnicamente es capaz y legalmente le corresponde", así como que traslade a la que fuera casa de Fuster para su conservación y difusión. La moción fue retirada al aceptar el gobierno local reunirse para redactar una nueva.