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La Generalitat considera la salvaguarda de la casa de Miró en Mont-roig

La fundación de Barcelona celebró ayer un emotivo acto en recuerdo de la hija del artista

Un sencillo y emotivo acto en la Fundación Miró de Barcelona sirvió ayer como despedida de la que fue presidenta de honor de esta entidad y de su homónima en Mallorca, Maria Dolors Miró, hija del artista, que falleció el pasado 26 de diciembre en Palma de Mallorca. Al acto asistió la consejera de Cultura, Caterina Mieras, que no intervino. Más tarde insistió en que la intención de la Generalitat es salvaguardar como parte del patrimonio cultural catalán la casa de Miró en Mont-roig, inmortalizada por el pintor en su famoso cuadro La masia, que la familia ha puesto a la venta.

Música de Schubert interpretada al piano por Alain Planès; un poema leído por Jacques Dupin, el gran especialista en la obra de Miró; parlamentos de Eduardo Castellet y Rosa Maria Malet, presidente y directora, respectivamente, de la fundación barcelonesa, y, sobre todo, los recuerdos sentidos y emocionados de los tres hijos de Maria Dolors Miró, Emilio Fernández Miró, Joan y Teo Punyet Miró. Era, como dijo Castellet, la despedida a una mujer de gustos austeros, parca en palabras, pero generosa en miradas y gestos. Joan Punyet Miró no pudo contener las lágrimas cuando recordó la rapidez con la que se produjo el fallecimiento de su madre debida un infarto a los 74 años, pero durante su parlamento mostró su satisfacción por el hecho de que ayer mismo se había firmado un acuerdo con la fundación barcelonesa que permitirá continuar la estrecha relación que la entidad ha mantenido hasta ahora con los herederos de Miró.

Entre los asistentes al acto no faltaron amigos de la familia: Antoni Tàpies, el arquitecto Oriol Bohigas y los críticos Daniel Giralt-Miracle, Victoria Combalía y José Corredor-Matheos, entre otros.

En el aire vagaba la pregunta sobre el futuro de la casa de Miró en Mont-roig, que Maria Dolors Miró puso a la venta el pasado mes de octubre por seis millones de euros tras muchos años intentando que las instituciones catalanes se hicieran cargo del edificio. No hubo acuerdo entonces, pero ahora pueden cambiar las cosas y es posible que la Generalitat acabe adquiriendo la casa que inspiró muchos de los cuadros de la primera etapa de Miró, ya que ha habido reuniones estos días para analizar esta posibilidad. Mieras explicó ayer que el objetivo inmediato es que la casa sea catalogada como bien de interés cultural y no quiso comentar la posibilidad de una compra. Joan Punyet, por su parte, afirmó que aún no ha habido contactos con la Generalitat.

El Ayuntamiento de Mont-roig del Camp (Baix Camp) lleva seis años sin éxito intentando abrir la masía de Miró al público, y ha mantenido numerosísimas negociaciones con los herederos del pintor para lograrlo, informa Oriol Aymí. Una posible compra del inmueble por parte de la Generalitat se concibe en el municipio como una oportunidad inmejorable para conseguir finalmente un bien de interés cultural que pueda servir de polo de atracción para turistas, del mismo modo que ocurre ya en el centro Picasso de Horta de Sant Joan (Terra Alta), que recibe unos 20.000 visitantes anuales.

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