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Gazprom aprueba la fusión con Rosneft para crear el primer grupo energético de Rusia

El conglomerado estatal abrirá las puertas a la participación extranjera en el capital

Pilar Bonet

El gigante del gas ruso Gazprom aprobó ayer los términos de la fusión con la compañía estatal Rosneft, con la que se creará el primer grupo energético de Rusia y uno de los más grandes del mundo. Con la operación, el Estado ruso incrementará su participación en Gazprom del 38,37% a más del 50%. El conglomerado abrirá su capital a la participación extranjera. Yuganskneftegaz, que fue la columna vertebral de la petrolera Yukos, será una empresa estatal al 100% y permanecerá al margen de la operación, detallada ayer por el jefe de Gazprom, Alexéi Miller.

Como resultado de la fusión, el Estado ruso obtendrá el paquete de control en Gazprom a cambio del 100% de las acciones de Rosneft, pero sin Yuganskneftegaz, según manifestó Miller, ante las cámaras de la televisión estatal y el canal NTV (controlado por Gazprom). "La decisión definitiva de unir Rosneft a Gazprom se ha tomado", dijo el ejecutivo.

La fórmula anunciada ayer pone fin al tira y afloja que enfrentaba a varios grupos de presión políticos y económicos en el Kremlin y en el sector energético estatal tras la incorporación de Yuganskneftegaz al patrimonio ruso. Yuganskneftegaz, que suponía el 60% de la producción de Yukos, fue renacionalizada el 19 de diciembre pasado por 9.350 millones de dólares (unos 7.400 millones de euros) en una truculenta subasta ganada por Baikalfinansgrup, una empresa fantasma, formalmente comprada después por la estatal Rosneft.

Planes frustrados

Sin embargo, los planes iniciales del Kremlin de incorporar Yuganskneftegaz a Gazprom e incrementar así el componente petrolero del gigante del gas se vieron abortados cuando los directivos de Yukos sometieron a un tribunal de Houston, en EE UU, la decisión de bancarrota y, en consecuencia, la subasta para satisfacer las demandas del fisco.

Tanto Gazprom como sus socios financieros internacionales (incluido el Deutsche Bank) temieron posibles consecuencias jurídicas en sus intereses económicos en EE UU si participaban en la subasta. A fines de febrero la situación cambió cuando, tras la reunión del presidente Vladímir Putin y su colega George W. Bush en Bratislava, el tribunal de Houston se declaró incompetente en el caso Yukos. Esta decisión es justamente la que ha creado una nueva dinámica y ha desbloqueado los planes del Kremlin, aunque con ciertas correcciones.

Los analistas y la Bolsa reaccionaron ayer positivamente a la clarificación oficial. Miller manifestó que la decisión supone "la liberalización del mercado de acciones", es decir, eliminar las restricciones que hoy pesan sobre los extranjeros para comprar acciones de Gazprom en el mercado ruso. La fusión con Rosneft eleva la participación del Estado en Gazprom desde un 38,37% a algo más del 50%. Yugansk quedará como una entidad independiente de Rosneft y será dirigida por Serguéi Bogdánchikov, actual presidente de Rosneft. Este ejecutivo es apoyado por Igor Sechin, un vicejefe de la administración presidencial considerado una figura clave en la estrategia del Kremlin para recuperar el control sobre el sector energético y desmantelar a Yukos.

Bogdánchikov dijo ayer que Rosneft y Gazprom continuarán trabajando como entidades separadas. Para realizar la fusión se ha creado una nueva empresa, Rosneftegaz, a la cual se dará el 100% de Rosneft y el paquete de Gazprom necesario para que el Estado tenga un paquete de control de esta fusión, anunciada por el jefe de Gobierno, Mijaíl Fradkov, en septiembre del año pasado, sin que los dirigentes de ambas compañías hubieran logrado ponerse de acuerdo sobre la forma de llevarla a cabo.

El resultado es un compromiso para todos. Gazprom se queda al margen de los problemas legales que todavía pueden surgir en el destino de Yuganskneftegaz mediante eventuales recursos de apelación de Yukos y puede comenzar una nueva etapa de captación de recursos financieros. Por su parte, Bogdánchikov mantiene un puesto dirigente de primera línea en una empresa de alta rentabilidad, aunque no exenta de riesgos, pero con una producción mucho mayor que Rosneft. En 2004, Yuganskneftegaz obtuvo 51,8 millones de toneladas de petróleo y Rosneft, 21 millones de barriles de crudo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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