"Necesitamos clarificar todo el escándalo de Petróleo por Alimentos"
Louise Fréchette (Montreal, 1946) es la segunda de a bordo de Kofi Annan en la ONU desde 1998 y quizá la persona ahora mejor colocada para sucederle. De paso por Bruselas para tratar de la colaboración mutua con la UE, Fréchette confía en las nuevas capacidades operativas europeas para mejorar las propias. En manos de esta mujer está la reforma de una institución que vive horas bajas tras los diversos escándalos que la han salpicado, pero pese a los cambios que se propone acometer defiende que se mantenga el derecho de veto de ciertos países en el Consejo de Seguridad.
Pregunta. ¿Es la UE un buen refugio para la ONU cuando la organización atraviesa problemas?
Respuesta. Ciertamente, el apoyo multilateralista que aporta la UE es muy importante. Es verdad que la guerra de Irak ha creado tensiones en el seno de la ONU, con diferencias importantes entre los países miembros, una circunstancia que paraliza cualquier organización.
P. ¿Es positivo para la ONU que Europa mejore sus capacidades defensivas y su política exterior?
R. Puede ser un apoyo importante. La nueva capacidad europea de intervención rápida aporta una nueva opción para la ONU en operaciones de interposición de paz, ayuda humanitaria o despliegue policial, siempre que sean compatibles con las nuestras. Lo hemos hecho, por ejemplo, con las fuerzas de intervención en caso de desastre natural, lo que reforzará nuestra capacidad mutua.
P. El informe sobre la gestión del programa iraquí Petróleo por Alimentos ha sido demoledor. Se habla de malversación de fondos, de dinero desviado para Sadam Husein, de contrabando de crudo en Jordania. ¿Se han depurado ya las responsabilidades de este caso?
R. Para que la investigación sobre este programa fuera creíble dimos carta blanca a la comisión de investigación dirigida por Paul Volcker
[ex presidente de la Reserva Federal de EE UU] para que interrogara a quien quisiera y accediera a toda la documentación. El primer capítulo ya publicado ha demostrado ciertas debilidades en la gestión, pero también ha establecido que hemos administrado de forma correcta los fondos.
P. Pero ese informe dice también que el director del programa benefició a una empresa de un familiar del anterior secretario general Butros Butros-Gali.
R. Señala esa cuestión como algo incompatible o poco ético del director del programa, pero no que hubiera corrupción, ilegalidad o un comportamiento criminal. La investigación sigue abierta y si se demostrase que hubo beneficio personal, ya estaríamos hablando de otra cosa. Pero hay que esperar a que la investigación termine.
P. ¿Cree que esto puede dañar la credibilidad de la ONU?
R. Es evidente; sobre todo en Estados Unidos. Eso nos preocupa mucho, y hemos puesto en marcha esa comisión de investigación externa. Porque necesitamos clarificar todo y adoptar las medidas correctivas necesarias. Estamos dispuestos a renovar todos los sistemas administrativos para evitar casos como éste.
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