Garzón procesa a tres ex parlamentarios de Batasuna y ordena la prisión de Josu Ternera

El juez Baltasar Garzón procesó ayer por integración en banda terrorista a los ex parlamentarios vascos de Sozialista Abertzaleak Joseba Permarch, Joseba Álvarez y José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, en su última actuación como juez antes de partir esa misma mañana a Estados Unidos para un permiso por estudios de nueve meses. El magistrado dictó también orden de detención internacional a efectos de extradición para Josu Ternera, ex número uno de ETA, que se encuentra en paradero desconocido desde 2002, cuando el Tribunal Supremo trató de interrogarle por su participación en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en diciembre de 1987, en el que murieron 11 personas.

Garzón ha procedido ahora contra Permach, Álvarez y Josu Ternera, tras la disolución del Parlamento vasco ya que los tres han perdido la condición de parlamentarios, pues no forman parte de la Diputación Permanente. De acuerdo con el Estatuto de Autonomía del País Vasco, los parlamentarios autonómicos sólo pueden ser investigados y juzgados por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco cuando los hechos han ocurrido en la comunidad autónoma. Si los hechos revistieran caracteres de delito y hubieran tenido lugar fuera del País Vasco, la competencia sería del Tribunal Supremo, pero al haber perdido el fuero, la investigación pasa a la jurisdicción de la Audiencia Nacional.

El magistrado ya había elevado exposición razonada al Tribunal Superior Vasco en relación con Permach en septiembre de 2004, pero ante la falta de respuesta y a la vista de la pérdida de fuero, ha optado por procesarle, lo mismo que a Joseba Álvarez, por delito de integración en organización terrorista.

Empresa de ETA

El 26 de agosto de 2002, Garzón suspendió las actividades de Batasuna por considerar que la citada formación política era "una de las grandes empresas de ETA". El 20 de noviembre de ese mismo año, el instructor imputó por delito de integración en banda armada a 20 de sus dirigentes, entre los que ya figuraba Joseba Permach, que en aquel momento no era aforado. Entonces le fue fijada una fianza de 12.000 euros para continuar en libertad.

El pasado 25 de enero, Garzón avanzó un paso más al procesar por delito de integración en la banda terrorista ETA a 36 dirigentes de Batasuna, entre ellos a una veintena de miembros de sus órganos directivos. Garzón estima que Batasuna ha financiado a ETA a través de las herriko tabernas. El juez, en ese momento instaba al Tribunal de Justicia Vasco a que investigase las conductas de cinco de los parlamentarios de Sozialista Abertzaleak. Tres de ellos son los ahora procesados. Los dos restantes, Arnaldo Otegi y Jon Salaberria, todavía son aforados pues forman parte de la Diputación Permanente del Parlamento vasco.

En el auto de procesamiento, notificado ayer a Permach y Álvarez, se detalla su participación como dirigentes de Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y Batasuna, antes de ser parlamentarios de Sozialista Abertzaleak.

En los razonamientos jurídicos, el juez precisa que la organización terrorista en la que están integrados Ternera, Permach y Álvarez es una "organización liderada por ETA y de la que forma parte Herri Batasuna, no sólo como brazo político, u organización del entorno de aquélla, sino como una estructura más del complejo político-violento diseñado para conseguir, entre otras, una finalidad concreta a través de la subversión y la alteración de la paz pública, cual es, la autodeterminación de la denominada Euskal Herria. Y, para ello, sus responsables anteponen a cualquier otro medio, el ejercicio de la violencia, contra personas y cosas, cuya práctica, no sólo justifican, sino que consideran imprescindible para la solución de lo que denominan 'conflicto' y que no es más que una actividad criminal de contenido terrorista".

Para Garzón, "se trata de una organización compleja en la que no sólo se integran o comprenden los que ejecutan, matan, hieren, secuestran, extorsionan o amenazan, sino también aquellos que idean e impulsan el grupo, o contribuyen a dar cohesión al mismo y que, dependen, en todo caso, de las directrices de la vanguardia armada".

Permach y Álvarez negaron los hechos que se les imputan en el auto de procesamiento y a la salida Álvarez aprovechó para reiterar la propuesta que formuló Batasuna el 14 de noviembre pasado propugnando dos mesas de negociación, una entre partidos, movimientos sociales y sindicatos y otra entre el Gobierno y ETA, para avanzar en "la solución dialogada del conflicto de Euskal Herria".