Giro contra la pobreza
El plan de cooperación da prioridad a los países más pobres, impulsa la acción humanitaria y desmitifica los microcréditos
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, señalaba tras aprobarse el Plan Director, que la "orientación" de la cooperación española ha cambiado hacia "la lucha contra la pobreza". He aquí algunos puntos principales del Plan.
- Prioridades. Lucha contra la pobreza, defensa de derechos humanos, equidad de género, sostenibilidad medioambiental y diversidad cultural. Las estrategias apoyan el fortalecimiento de la gobernanza democrática en los países receptores; la cobertura de necesidades sociales como soberanía alimentaria, educación, salud, acceso al agua potable; aumento de las capacidades y autonomía de las mujeres; prevención de conflictos y construcción de la paz.
Un país podrá canjear su deuda si fomenta la enseñanza o apoya sectores sostenibles
- Zonas preferentes. La Ley de Cooperación de 1998 establece como "áreas geográficas de actuación preferente" Iberoamérica y Norte de África y Oriente Próximo y especial atención a los países menos adelantados (PMA). Ahora el Plan destinara el 20% de la ayuda oficial a los PMA, la mayoría de los cuales está en África subsahariana.
- Multilateralismo. La cooperación puede basarse en políticas bilaterales (entre dos Estados) o multilaterales (en el marco de organizaciones internacionales: ONU, UE, etcétera). El multilateralismo es considerado en el Plan como "componente esencial". Hoy lo bilateral es el 60% de la cooperación española. En lo multilateral, entre el 25% y el 30% de la AOD fluye por mecanismos de la UE, y el 15% vía organizaciones internacionales. El PSOE intenta corregir la política del PP, que optó por fomentar los acuerdos bilaterales (a imitación de lo que hace Estados Unidos) y cuyas relaciones con los organismos de la ONU no fueron fluidas.
- FMI, BM... En cuanto a las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el Plan resalta la responsabilidad del Ministerio de Hacienda. El Plan dice: "Se tratará en suma de asegurar que las IFI y sus instrumentos de trabajo (préstamos, asistencias técnicas, investigación) contribuyan efectivamente a los objetivos de desarrollo".
- Instrumentos. Los proyectos o la asistencia técnica deben enmarcarse en Estrategias de Reducción de la Pobreza elaborados por los países solicitantes, que pueden incluirlos en los Enfoques Sectoriales (el Gobierno receptor plantea y gestiona en un sector concreto un plan para los fondos de cooperación exterior).
- Ayuda alimentaria. Un instrumento extremo es la ayuda alimentaria, pero el Plan recuerda que la FAO afirma que la única solución duradera contra el hambre es que las comunidades rurales más pobres logren la suficiencia alimentaria y la comercialización de alimentos.
- Acción humanitaria. El Plan señala que ha habido en España una "carencia" de definición de esa acción, y que debe orientarse "hacia las víctimas de desastres" para "satisfacer sus necesidades básicas, restablecer sus derechos y garantizar su protección". Se creará específicamente una Oficina de Ayuda Humanitaria.
- ONG. Su financiación pública es un "compromiso estratégico" y funcionará mediante "convenios" y "proyectos" de cooperación. Las ONG deberán ser reconocidas por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Los convenios se inscribirán en países o sectores prioritarios y serán plurianuales (máximo de cuatro años). Los proyectos tendrán financiación anual, valorándose la experiencia y trayectoria de la ONG, y se subvencionarán tras convocatoria en libre concurrencia.
- Microcréditos. Instrumento mimado por el PP. El Plan lo reconoce como "importante arma contra la pobreza", pero añade que "ni es la única ni es válida para todo". Los beneficiarios precisan, dice, no sólo microcréditos, sino "ahorro, transferencias, cobros y pagos, seguros, etc". Se indica que "el principal cuello de botella de las microfinanzas no es la escasez de fondos prestables, sino lo poco numerosas que son las instituciones fuertes y con sólidas perspectivas de crecimiento, así como de gestores eficaces".
- Créditos FAD. Los créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo siempre han sido criticados por las ONG, que censuraban su ligazón a la compra por el país receptor de bienes y servicios españoles, con lo que se inspiraban más en intereses políticos o económicos que en la lucha contra la pobreza. El Plan afirma que los FAD deben orientarse a proyectos de "infraestructura y desarrollo de la base productiva y desarrollo social básico".
Según Pajín, su incremento "debe suponer un aumento de la ayuda no reembolsable". Las actuaciones financiadas con FAD se someterán a evaluación posterior.
- Deuda externa. Su alivio o condonación debe basarse en la coordinación con las instituciones multilaterales; condicionarse a que se ataquen las causas. El Plan presta especial atención a la conversión deuda por desarrollo: un país podrá canjear su deuda con políticas para el acceso a la enseñanza o el desarrollo de sectores importantes y sostenibles.
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