Erne dice que la policía no garantizará la seguridad y ELA amaga con un paro

"A día de hoy, el legislador ha determinado que el ejercicio de huelga puede producir unos mayores trastornos en la ciudadanía al poderse sentir con una falta de protección que este colectivo está obligado a prestar". Esta aseveración, recogida en el escrito del abogado del Ejecutivo, coincide en sus efectos con otra realizada por Erne, que recientemente ha trasladado la "posibilidad real" de que la Ertzaintza "no pueda garantizar la seguridad con los efectivos necesarios" durante el periodo electoral. En una plantilla, además, con un "absentismo laboral del 25% en Seguridad Ciudadana", según datos facilitados por Interior a esta central, con la que mantiene un nivel de interlocución.

A ello se suma el escrito dirigido por el sindicato mayoritario ELA al consejero de Interior, Javier Balza, en el que le advierte que de seguir con su "manual de no negociación" va a terminar, "más pronto que tarde", por "provocar la primera huelga en la Ertzaintza".

La situación en las comisarías, ante la falta de un convenio desde hace cuatro años, comienza a ser preocupante. ELA mantiene todas las espadas en alto ante lo que considera una "no-negociación virtual". Y anuncia que va a "continuar don erre que erre con estas descabelladas reivindicaciones".

Alude la central a sus exigencias salariales y a la regulación de la segunda actividad por edad para renovar una plantilla que empezará a mostrar síntomas de envejecimiento en pocos años. De hecho, según lo firmado en el último convenio entre Interior y Erne, el fondo creado para la segunda actividad debería contar ya con 49,3 millones de euros. Y ambas centrales se preguntan: ¿dónde están consignados dichos fondos?

ETA ha puesto de nuevo en la diana a los cargos de PSE y PP y a sus sedes y la kale borroka se reactiva, lo que obliga a nuevas contravigilancias y a intensificar la seguridad. Y Erne dice que con la aplicación estricta de las medidas de seguridad recogidas en la instrucción 53 del viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, y en los acuerdos de Arkaute "posiblemente no se puede garantizar con la máxima calidad la labor preventiva" contra ETA.